Colección de ensayos sobre conocimientos de divulgación científica para alumnos de primaria. Fan Wen estaba ansiosa. Cuanto más feliz, mejor.
La experimentación es mi forma favorita de entretenimiento. A menudo voy a la librería a leer algunos libros sobre cómo hacer experimentos y luego voy a casa y hago los experimentos de memoria.
Ese día, volví a la librería y de repente descubrí un extraño experimento: partidos de baile. ¿Puedes creer que las cerillas desnudas bailen en el agua? No puedo creerlo. Regresé a casa con un corazón curioso, dispuesto a responder a mis preguntas haciendo experimentos.
De vuelta a casa, como siempre, comencé a experimentar de memoria.
Traje una palangana con agua, una cerilla y una botella de "pegamento universal". Apliqué una capa gruesa de "pegamento para todo uso" en la cabeza de la cerilla y luego la puse con cuidado en el agua. Después de esperar un rato, no vi nada. Me calmé y esperé pacientemente. Pasaron varios minutos. ¡El "milagro" realmente ocurrió! Vi las cerillas paradas en el agua, bailando con el columpio. Sin embargo, al cabo de medio minuto, el partido volvió a flotar en el agua. Después de unos minutos, los partidos volvieron a bailar. Este ciclo continuó siete u ocho veces y la cerilla nunca volvió a moverse.
¿Qué poder mágico impulsa a las cerillas a "bailar"? Mi mente estaba llena de dudas y no podía resolverlo. Al final, fue mi maestro silencioso, el ordenador, quien me ayudó. Resulta que cuando el "pegamento universal" entra en contacto con el fósforo de la cabeza de la cerilla, se produce una sustancia. Cuanto más se acumula esta sustancia, más hace que la cerilla se mantenga erguida. Cuando la sustancia se evapora, las cerillas se hacen bailar. Después de un tiempo, la sustancia producida en la superficie más externa de la cabeza de la cerilla se sacó y la cerilla permaneció inmóvil. Durante este tiempo, las sustancias producidas se vuelven a juntar y la cerilla "baila" nuevamente hasta que se completa la reacción entre el superpegamento y el fósforo.
En ese momento, de repente me di cuenta: ¡Ah! ¡Las cerillas pueden bailar, por eso!