¿Por qué la educación familiar es inferior a la educación escolar?
En primer lugar, los padres que son profesores pueden tener expectativas y requisitos más altos. En las escuelas, los profesores son mentores y gestores de los estudiantes, y su nivel y calidad educativa son formados y evaluados profesionalmente, por lo que los padres suelen confiar más en las capacidades y sugerencias de los profesores, lo que les hará creer que ellos deberían tener la misma capacidad. Sin embargo, después de todo, los profesores son personal y tienen sus propias limitaciones de tiempo y energía. Deben considerar los detalles de su vida personal además de su trabajo docente. De modo que la educación en el hogar suele ser menos obvia y orgánica.
En segundo lugar, como profesores, los padres se enfrentan a la complejidad de la relación entre padres e hijos. De acuerdo con las leyes naturales de crecimiento del ser humano, este tipo de relación entre padres e hijos se establece y desarrolla a partir de la acumulación de tiempo y la comunicación mutua, involucrando múltiples factores como la inversión de roles, los desacuerdos, la confianza y el respeto. Sin embargo, cuando una persona se enfrenta a su propio hijo, puede resultar difícil contener la atención emocional o la emoción excesiva, lo que muy probablemente afectará la calidad del efecto educativo.
Por último, como profesores, los padres a menudo pueden recibir excesiva atención y críticas por parte de la opinión pública en el ámbito educativo. Como son educadores, sus palabras y acciones, especialmente las de los niños, pueden amplificarse e interpretarse fácilmente, provocando acaloradas discusiones y controversias en la sociedad. A largo plazo, esto influirá en las decisiones y la dirección de los padres respecto de las metas y estrategias educativas de sus hijos.
En resumen, los profesores y los padres se enfrentan a más retos y dificultades que los padres corrientes a la hora de educar a sus hijos. Deben respetar la independencia y las necesidades emocionales de los niños y al mismo tiempo garantizar su profesionalismo, implementar fielmente estrategias educativas y revisar y ajustar constantemente el sistema. También necesitan reflexionar y aprender constantemente, aprender de experiencias y métodos efectivos en educación y evaluar y optimizar constantemente el proceso educativo. De esta manera, mediante la combinación de teoría y práctica, se pueden enseñar generaciones de talentos innovadores y polivalentes.