La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de inglés - Ayuda a traducirlo~¡Gracias~!

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Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo pesquero de los Países Bajos, un joven nos enseñó este tipo de recompensa por aportaciones gratuitas a la sociedad. Como todo el pueblo depende de la pesca para ganarse la vida, el equipo de rescate voluntario resulta útil en caso de escasez de recursos. En una noche de tormenta, nubes oscuras y fuertes vientos volcaron un barco pesquero en el mar. En caso de emergencia, la tripulación envió una señal de socorro SOS. El capitán del equipo de rescate dio la alarma, mientras los aldeanos se reunían en la plaza del pueblo y contemplaban el puerto. Mientras los barcos pesqueros se acercaban a los botes salvavidas, estos luchaban por superar las olas. Los aldeanos esperaban ansiosamente en la playa, encendiendo linternas para iluminar a la tripulación que regresaba.

Una hora más tarde, los botes salvavidas aparecieron a través de la espesa niebla y los aldeanos emocionados corrieron a recibirlos. Cuando los rescatistas voluntarios se desplomaron de cansancio en la playa, dijeron a los aldeanos que los botes salvavidas tenían una capacidad de carga limitada, por lo que se vieron obligados a dejar a una persona en el mar. Si hubiera otra persona en el barco, el barco podría volcar y podría morir.

El capitán instó frenéticamente a otro equipo de rescate a rescatar a los pasajeros abandonados en el mar. Hans, de 16 años, estaba a punto de dar un paso adelante cuando su madre lo agarró del brazo y le dijo: "¡No te vayas! Tu padre murió en un naufragio hace 10 años y tu hermano Paul desapareció en el mar hace tres semanas. Hans, sólo tengo Es tu turno."

Hans respondió: "Mamá, esta vez tengo que hacer mi parte. Cuando llegue el llamado a servir a los demás, todos tenemos que estar preparados y hacer lo que debemos hacer. " Hans besó a su madre, se unió al equipo de rescate y desapareció en la oscuridad.

Otra hora más tarde, el equipo de rescate regresó a través de la espesa niebla. Hans estaba en la proa, haciendo todo lo posible por contenerse. Hans le gritó emocionado al capitán: "¡Lo encontramos! ¡Dile a mi madre que es mi hermano, Paul!"