Discurso en la ceremonia de graduación de la escuela primaria.
Dentro de unos días llegará el momento de decir adiós. En el océano del tiempo, los días son muy cortos y pasan muy rápido. En estos seis años de estudio compartimos alegrías y tristezas, compartimos éxitos y fracasos. En estos años de estudio y de vida se ha establecido la amistad entre nosotros.
Seis años pasaron así inconscientemente, como agua que fluye, como meteoros surcando el cielo, como golondrinas volando hacia el sur en otoño. En estos seis años he aprendido mucho, más que una taza de café fuerte, más que un ciruelo, más que mirar el mar infinito.
Recuerdo que mis padres me enviaron a la escuela el primer día de clases hace seis años. Lloré y me negué a ir. Fue la maestra quien suavemente tomó mi mano, me acarició y se inclinó, me acompañó de regreso al salón de clases y me colocó en la mejor posición. La salida de clase estaba a punto de terminar, y la maestra tomó mi manita y jugó con mis compañeros bajo el gran árbol de higuera. A partir de entonces, desarrollé un amor espontáneo por este gran baniano. Después de la escuela, la maestra volvió a tomar mi manita y jugábamos y hacíamos la tarea bajo el gran árbol de higuera de Bengala con compañeros de clase que aún eran extraños. Poco a poco, mis compañeros y yo establecimos amistades profundas. A veces terminan las clases y mis padres aún no han venido a recogerme. El maestro me secó suavemente las lágrimas de los ojos con las manos, se sentó conmigo en el aula y me contó historias. Cuando mis padres venían a recogerme, siempre miraba al maestro paso a paso. Su rostro amable, su amable sonrisa y su gentil saludo siempre estarán grabados en mi mente.
Lo que recuerdo claramente es que en sexto grado, nuestra clase hizo un libro conmemorativo. El anuario estudiantil registra cosas interesantes que han sucedido durante los últimos seis años. Nos prestamos libros unos a otros y compartimos estas cosas interesantes. En ese momento sentí el calor de una clase. Llevamos seis años juntos y lo que pasó no se puede escribir con un solo bolígrafo. El pasado es tan colorido como las perlas y siempre quedará grabado en nuestras mentes y nunca retrocederá.
En la colorida pista de plástico, la luz del sol proyecta sombras sobre el trabajo y los estudiantes juegan. El sonido de la risa alegre y la lectura es como la poesía y las baladas. Han pasado seis años y el gran árbol de higuera sigue siendo exuberante y lleno de alegría.
¡Adiós, querida alma mater! ¡Adiós, querido maestro! ¡Adiós queridos compañeros! Eres tú quien me enseñó el conocimiento y cómo ser un ser humano. Nuestra alma mater sembró las semillas de la amistad en nuestros corazones, y estas semillas siempre estarán abiertas en nuestros corazones. Espero escribir mi alma mater como una hermosa canción que nos acompañe en los altibajos de la vida; para considerar a los maestros como velas eternamente brillantes, iluminando nuestro futuro; para convertir la amistad entre compañeros en un puente eterno, conectando nuestros corazones para siempre.
Cada sonrisa y lágrima de nuestros compañeros se ha convertido en un tesoro en nuestro corazón. Los recuerdos son tiernos y hermosos, pero también crueles. Pero no olvides el tiempo que pasamos juntos.
Espero que esto ayude