El poema de graduación de la escuela primaria es de creación propia.
Maestro, eres un faro que ilumina el océano antes del amanecer.
Tú eres el timonel y conoces el rumbo de la navegación.
Eres mi querida madre.
Dame un buen ejemplo.
No pude evitar llorar cuando el profesor y los alumnos se fueron.
Pero tú sonreíste y me animaste:
"¡No te preocupes, cuídate!"
Este es un hermoso recuerdo que siempre estará en mi corazón.
No puedo evitar sentir nostalgia.
Tus sinceras enseñanzas son buenas palabras.
Tu amable sonrisa
siempre aparece frente a mis ojos
Maestro, tienes grandes esperanzas en mí.
No lo defraudaré.
Tu bendición para mí
será la felicidad de mi vida.
La dedicación seria y desinteresada del profesor es inolvidable.
A los estudiantes se les enseña a tener mente abierta, ser diligentes, diligentes y obtener altas calificaciones.
Profe, ¡hasta pronto!