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La meta de los 1000 metros está cada vez más cerca, tan cerca que parece saludarme. El "mejor amigo" que va delante ha dejado de jadear y camina tambaleándose al frente. ?¡vamos! ¡Definitivamente puedes hacerlo! ¡superarlos! “Parecía haber una voz gritando en mi corazón. Mi corazón parecía estar encendido con un fuego, dándome gran coraje y fuerza. Corrí hacia adelante de repente, con el brillo del sol, y mi pie derecho pisó la línea blanca que me pertenecía ante mi mejor amigo.
4 minutos y 06 segundos me parece increíble, es más de 30 segundos más rápido que el semestre pasado, lo que despertó la admiración y sorpresa de profesores y compañeros. Sonreí victoriosa y no fue hasta que llegué a casa que me di cuenta de que casi no sentía mis pies. ¡Pero estoy orgullosa porque convertí lo "imposible" en "posible" y dije adiós al "no pude"!
De hecho, el “no puedo hacerlo” es sólo una excusa, pero es esta pequeña excusa la que nos aísla del “puedo hacerlo”. ¿Cómo puedes obtener resultados sin intentarlo?
En ese momento, me descubrí a mí mismo, el yo escondido en lo profundo de mi corazón, el yo que era testarudo y se negaba a darse por vencido fácilmente.
La meta de los 1000 metros está cada vez más cerca, tan cerca que parece saludarme. El "mejor amigo" al frente dejó de jadear y se tambaleó hacia adelante. ?¡vamos! ¡Definitivamente puedes hacerlo! ¡superarlos! “Parecía haber una voz gritando en mi corazón. Mi corazón parecía estar encendido con un fuego, dándome gran coraje y fuerza. Corrí hacia adelante de repente, con el brillo del sol, y mi pie derecho pisó la línea blanca que me pertenecía ante mi mejor amigo.
4 minutos y 06 segundos me parece increíble, es más de 30 segundos más rápido que el semestre pasado, lo que despertó la admiración y sorpresa de profesores y compañeros. Sonreí victoriosa y no fue hasta que llegué a casa que me di cuenta de que casi no sentía mis pies. ¡Pero estoy orgullosa porque convertí lo "imposible" en "posible" y dije adiós al "no pude"!
De hecho, el “no puedo hacerlo” es sólo una excusa, pero es esta pequeña excusa la que nos aísla del “puedo hacerlo”. ¿Cómo puedes obtener resultados sin intentarlo?
En ese momento, me descubrí a mí mismo, el yo escondido en lo profundo de mi corazón, el yo que era testarudo y se negaba a darse por vencido fácilmente.