Diferencias en el almacenamiento de carbono en el suelo entre bosques vírgenes y plantaciones
Recientemente, un análisis de más de 100 experimentos demostró que cuando el aumento de los niveles de dióxido de carbono conduce a un aumento de la biomasa vegetal, la cantidad de carbono que se puede almacenar en el suelo disminuye. Dado que los modelos actuales de sumideros de carbono terrestres no tienen en cuenta esta compensación, es probable que sea necesario revisar los datos de pronóstico futuros. El artículo relacionado fue publicado en la revista Nature el 25 de marzo.
Los ecosistemas terrestres pueden eliminar alrededor del 30% del dióxido de carbono emitido por las actividades humanas cada año. Las plantas fijan dióxido de carbono mientras alimentan su propio crecimiento mediante la fotosíntesis, y el suelo puede almacenar el carbono como biomasa descompuesta. Sin embargo, no está claro cómo responderá este sumidero de carbono a los aumentos continuos de las emisiones de CO2.
Una hipótesis es que los aumentos en los niveles de dióxido de carbono atmosférico aumentarán la capacidad de secuestro de carbono de las plantas y el suelo, pero una investigación de César Terrer y colegas de la Universidad de Stanford en Estados Unidos muestra que este no es el caso. Probablemente no.
Los investigadores analizaron datos de 108 experimentos que aumentaron los niveles de dióxido de carbono y encontraron una relación inversa: cuando la biomasa vegetal aumenta con el aumento de los niveles de dióxido de carbono, el almacenamiento de carbono en el suelo disminuye. En sus experimentos, el aumento de los niveles de dióxido de carbono aumentó las reservas de carbono en los suelos de pastizales (en aproximadamente un 8%), pero no en los suelos forestales, y eso a pesar de un aumento en la biomasa forestal de aproximadamente un 23%.
Los expertos señalan que esta relación puede estar relacionada con la forma en que las plantas obtienen nutrientes. A medida que crecen, las raíces de las plantas extraen nutrientes del suelo, lo que los investigadores creen que puede reducir la capacidad del suelo para secuestrar carbono.