Un ensayo de 1000 palabras sobre la creación de una ciudad civilizada.
El tiempo de hoy es como siempre, muy caluroso. Caminar afuera todavía me daba la sensación de estar asado hasta convertirme en un adulto arrugado, pero sacrifiqué mi piel para visitar a mi hermana enferma en Shaoxing. Cuando regresé, me sentí mareado e inquieto, como si ardiese un fuego. Tomé el autobús de regreso con mi abuela. Nada más llegar a la estación me quedé estupefacto: "¿Por qué hay tanta gente?" Espera, espera, etc. Dios ayuda a quienes lo ayudan. Oye, oye, ¡por fin déjame esperarte! Antes de que el auto se detuviera, la gente corrió hacia mí y me apretujaron. Finalmente entré y me sorprendí. ¿Qué pasó? ¿No estaba el auto bastante vacío hace un momento? ¿Por qué no hay asientos ahora? Había varias personas paradas cerca. ¿En realidad? Estación de tren de Shaoxing a Keqiao... La abuela y yo estábamos muy ansiosos. De repente, un tío que estaba a nuestro lado se levantó y nos dijo: "¡Siéntate!" Mis ojos estaban muy abiertos y puedes imaginar mi expresión de sorpresa. Esta fue la primera vez que vi a alguien ofreciéndome su asiento y no sabía qué hacer. La abuela dijo gracias y yo hice lo mismo.
Nos apretujamos los dos en el mismo asiento. Aunque había un poco de gente, nuestros corazones estaban llenos de alegría y alivio; no sé si fue gratitud a nuestro tío o esperanza para la civilización china. Siempre pensé: aunque China es un país con una civilización antigua, ¿dónde está la civilización? Hay tanta basura blanca amontonada allí, y nadie le presta atención; cada vez veo gente escupiendo por todas partes cortando árboles... Pero recientemente también descubrí que estamos progresando, y la sociedad también está progresando. Escuché que el dinero estaba esparcido por todas partes y que nadie se lo quedaba. En cambio, se lo recogí. Ahora alguien me ofrece su asiento. Debemos demostrar nuestra valía con acciones y dejar que las flores de la civilización florezcan en todos los rincones de la patria.