Cómo convertirse en un hombre de negocios Composición en inglés
1 El interés no es el objetivo final, la búsqueda de la excelencia es el propósito de un empresario. De lo contrario, sería como mucho un pequeño comerciante con gusto medio, y mucho menos un hombre de negocios, un hombre de negocios confuciano y un empresario.
Sé sensible con el mundo exterior. Si hay algún problema, puede ser majestuoso, rápido y ágil y, a menudo, puede aprovechar las oportunidades. También me falta mucho en este aspecto.
Aquellos que son buenos pensando y preparándose, reflexionarán sobre sus propios errores, estarán siempre preparados y mantendrán la calma ante fuertes vientos y olas. Los que tienen confianza y navegan sin problemas son las personas que yo. admirar y respetar al máximo.
Atrévete a correr riesgos, atrévete a hacer cosas que otros no se atreven a hacer y atrévete a desafiar metas más altas. Siempre he creído que hay tres caminos hacia el éxito: lo que los demás no quieran hacer, lo que no quieras hacer tú, lo que no quieras hacer, lo que no te atrevas a hacer, tú puedes tener éxito en cualquier cosa que hagas. Hoy me conmueve el espíritu de los apicultores chinos.
Ser bueno en el trato con la gente no es una casualidad, sino una cuestión de seguir las reglas sociales. En este sentido, mi lema es: No entres en pánico cuando las cosas se compliquen. Cumple tu palabra y sé firme si no la cumples. La brisa primaveral es como la helada otoñal y tú eres como el dinero en el círculo exterior. Sin agua, sin fragancia, sin dificultad, sin negocios.
Si no te comprometes fácilmente y te rindes fácilmente en cualquier momento, te examinarás, reflexionarás sobre ti mismo, te resumirás, te repararás, te mejorarás, te mejorarás y te realizarás.
Un verdadero hombre de negocios debe tener una comprensión clara de las finanzas y el concepto de dinero.
Debemos resistir algunas tentaciones y armar escándalo por ellas.
Admito que un empresario o un empresario de éxito moderado puede tener fácilmente las siguientes deficiencias.
Sé más retraído y menos pragmático. El deber ineludible de un empresario es hacer negocios. Todo lo que hace mal en los negocios es mentira. Cuanto más quiere ser famoso, menos famoso se vuelve. Cuanto más repetía su nombre, más doloroso se volvía. Por lo tanto, ya sea que esté haciendo negocios o en el futuro, no puede prescindir de un espíritu pragmático.
Más conservadores, menos innovadores, más complacientes, más inteligentes y menos ilustrados. En la era actual de globalización económica, este tipo de pensamiento ha restringido seriamente nuestras manos y pies y restringido el desarrollo. Los empresarios y los jefes deberían saber qué deben y qué no deben hacer.
Los verdaderos empresarios siempre estarán en la cima de la sociedad, llevando la prosperidad económica y la riqueza nacional a un nuevo nivel.