Educación Huihui
1. Enseñar a los niños a hacer sus propias cosas. Algunos padres sufrieron dificultades cuando eran jóvenes. No quieren que sus hijos sufran, por eso hacen todo por ellos, incluso limpiar la habitación, lavar la ropa y lavar los platos. Esto parece ser bueno para los niños, pero hará que los niños desarrollen una mentalidad de dependencia de sus padres y pierdan su capacidad práctica. No sé qué pasará después. Hágales saber a sus hijos que solo ellos son los más confiables. 2. Anima más a tus hijos. Los niños deben esperar el estímulo de sus padres al hacer las cosas, para que puedan tener confianza. Para estar a la altura de las expectativas de sus padres, los niños estarán más motivados para hacer cosas.
3. Cree en los niños. No siempre se preocupe por el fracaso de su hijo o por lo que hará si fracasa. Cree que tus hijos pueden hacerlo y hazles saber que sus padres creen en ellos. La confianza de los padres traerá una gran sensación de seguridad a sus hijos. Por lo tanto, déjelo ir dentro de un rango seguro y deje que los niños lo enfrenten solos y dominen formas y medios para resolver las cosas. Si los padres no creen en sí mismos, sus hijos estarán tristes. 4. Mejorar el sentido de responsabilidad de los niños. Enseñe a los niños a aprender a aguantar y atreverse a admitir los errores. La fuerza interior es la verdadera fuerza. La razón por la que los niños mienten puede ser para evitar la culpa de sus padres, por lo que los padres no deben culpar ciegamente a sus hijos después de que cometen errores. Deben escuchar los pensamientos de sus hijos, alentarlos a asumir responsabilidades y no ser cobardes que solo huyen.
5. No critiques ni te rías de tus hijos. "¿Por qué ni siquiera puedes hacer esto bien?" No se lo digas a tu hijo en esta situación. Dañará su autoestima, le hará sentir que no puede hacer nada bien y poco a poco perderá la iniciativa. Los padres deben ayudar a sus hijos a analizar las razones del fracaso, resumir experiencias y lecciones y evitar cometer errores la próxima vez. 6. No digas “hijos de otras personas” a tus hijos. Tus propios hijos son los mejores. No equipares a los "hijos de otras personas" con tus propios hijos y dejes que vivan a la sombra de los demás. Esto parece estimular la ambición de los niños, pero de hecho les hace dudar de que sean realmente inferiores a los demás. Con el tiempo, su confianza será cada vez menor.