Si vuelves a empezar tu vida escolar primaria, 500 palabras.
Cuando éramos pequeños, desde primero hasta segundo grado, íbamos al colegio como si nos divirtiéramos, sin regaños ni ojos en blanco, sin indiferencia y soledad, incluso jugábamos con plastilina en clase. y si el profesor se enteraba, no nos expulsarían del aula. Mis ojos siempre están llenos de fantasía, duda y felicidad. La vida en aquella época era despreocupada, libre y siempre llena de risas.
En tercer y cuarto grado, nos vemos obligados a empezar a prestar atención a estas dos palabras: aprender. Cuando miraba televisión, me empujaban al frente del libro, cuando jugaba juegos de computadora, me empujaban al frente de la mesa. A veces no podía evitar quejarme, así que lo abofeteé. Luego salió una larga hilera de "frijoles dorados". Ante todo, sólo podemos no hacer nada.
En quinto grado, no solo estudiaba solo, sino que toda la familia observaba cada uno de mis movimientos. Sólo puedo tocar la televisión y la computadora los domingos. Si no me desempeño bien, estoy exento. ¡No me atrevo a decir si lo he pasado mal! Pero en la escuela, poco a poco, el aprendizaje ya no es difícil. Aprendimos a aprender, escuchar, leer, escribir y memorizar fácilmente. ¡Resulta que a esto se le llama "disfrutar del sufrimiento"!
Mi vida escolar en primaria está llegando a su fin y me ha dejado recuerdos maravillosos. De hecho, aprender es como una carrera: debemos correr todo el tiempo. ¡En nuestra vida y estudio futuros, debemos correr a nuestro propio ritmo y lograr nuestros propios resultados!