Poemas breves de alumnos de primaria alabando la fiesta
¿Cómo podríamos tener hoy una vida feliz y saludable sin esa pequeña chispa?
Si no fuera por ese tipo de creencia tenaz, ¿cómo podría China ser tan gloriosa como lo es hoy?
2. Cantar una canción popular para la fiesta. Comparo el partido con el de mi madre. Cada vez que me ato un pañuelo rojo al cuello, inmediatamente pienso en ti.
Crecimos en el abrazo del Partido, y el Partido moldeó nuestras almas.
La lluvia en primavera, el verde en verano, los frutos en otoño y las ciruelas rojas en invierno, se unen a nosotros para elogiar las bondades del partido.
Fuiste tú quien hizo que China sufriera el desastre y aclarara el agua turbia.
Fuiste tú quien despertó al león dormido y se convirtió en un gigante erguido y alto.
Son ustedes quienes han convertido a China en un paraíso para el pueblo y una tierra seca para los trabajadores y campesinos.
¡Partido, nuestro gran, glorioso y correcto partido!
Como un barco rojo, después de 90 años de altibajos,
salió de la órbita del sol y se dirigió a otro puerto dorado.
Encendimos 90 velas rojas y alzamos el halo de ensueño sobre nuestras cabezas. Detrás de ti, sigue la bandera de nuestra antorcha estelar.
¡Fiesta! ¡Querido partido! Siempre estaremos unidos a tu lado. ¡Desarrollo integral, creando el futuro y agregándole nueva brillantez!
3. En el julio rojo, decoramos una tierra mágica entre el cielo y la tierra con una bandera roja.
En el julio rojo, cantamos con pasión el himno inmortal del siglo.
En julio rojo, escribimos el arduo viaje de ochenta años con afectuosa pluma y tinta.
El polvo de los años no puede ocultar tu eterna apariencia juvenil, y el largo río de la historia no puede precipitar los logros por los que has luchado.
Tanto los precursores como los descendientes tienen una creencia gloriosa. En los momentos difíciles, eres el fuego eterno que infunde esperanza en mi corazón. En tiempos de paz, eres un faro de luz que guía el progreso.
Así que he cantado este himno para ustedes durante 80 años y no lo he cantado lo suficiente.
¡Entonces, la lámpara del corazón que enciendas iluminará la China roja con tu vida ardiente!