Este hombre de Shanxi de 84 años ha escrito 800.000 palabras de historia rural en las últimas décadas. ¿Qué lo hace tan persistente?
El anciano exploró las ruinas de una aldea milenaria a través de sus propias acciones prácticas. Su perseverancia es impresionante. Las historias históricas rurales que escribió se convirtieron en documentos importantes. China tiene una historia de cinco mil años y deja huellas de una larga historia y cultura por todas partes. Sin embargo, con los cambios de la historia y el desarrollo de la sociedad, muchas reliquias históricas están desapareciendo lentamente.
Jubilados buscan los restos de una civilización aldeana milenaria.
Un antiguo pueblo en Taiyuan, provincia de Shanxi, tiene una historia de más de 2.500 años. Es la antigua residencia de Liu Dapeng, un famoso historiador y científico cultural local. También está registrado en "Registros históricos: biografía de asesinos". ¿Yu Rang apuñaló a Zhao? Hay un rico trasfondo cultural en el lugar donde sucedió. Este antiguo pueblo se ha convertido ahora en un proyecto de investigación de la Comisión Europea sobre zonas rurales.
Después de jubilarse, un anciano se interesó por este antiguo pueblo. Junto con varios ancianos de este pueblo se divirtió recorriendo los lugares históricos. Acompañó a los expertos que vinieron al pueblo para visitar y realizar investigaciones.
Este octogenario lleva décadas escribiendo 800.000 palabras de relatos históricos rurales.
Ahora, han pasado más de 20 años y el anciano todavía insiste en escribir. A lo largo de los años, escribió muchos documentos locales. Al construir un museo de historia en un pueblo antiguo, no escatimó esfuerzos para brindar sugerencias e información.
Este antiguo pueblo es un pueblo de inmigrantes. Ahora los ancianos, junto con otros compañeros, están trabajando duro para descubrir las historias de más de 100 apellidos de este pueblo y escribir un libro sobre los apellidos de los antiguos. aldea. En total, ha escrito casi un millón de palabras.
¿Qué lo hace tan persistente?
Hablando de perseverancia, el anciano decía: Vive un día y lucha un día. Su agenda de trabajo está llena. Visitaba durante el día y escribía en casa por la noche. A veces había tanto contenido que escribía toda la noche. ¡Es la perseverancia de esas personas la que puede preservar la espléndida cultura de la patria y rendir homenaje a los ancianos!