Ensayo argumentativo general 800
Está Gorky y el limpiador, está Einstein y el limpiabotas, está Confucio y el maestro del pueblo, está Engels y el excavador de estiércol. Todos ellos son figuras indispensables en la sociedad. Aunque algunos han logrado logros asombrosos y otros son desconocidos, en lo ordinario apreciamos su grandeza y su encanto único.
En el campus siempre podemos escuchar sus enseñanzas y sentir la calidez del amor maternal. Son sus seis años de dedicación los que nos han hecho lo que somos hoy, y es ella quien nos ha dado las alas de nuestros ideales. En la sala de conferencias Sanchi, la maestra trabajó mucho y sudó mucho, pero no se arrepintió y usó su juventud para regar las plántulas como nosotros. Cuantas veces se fue de casa y abandonó a sus hijos, cuantas veces se añadió unos hilos de plata en las sienes, no pidió nada a cambio, solo quería que tuviéramos un mañana brillante y hermoso. No recuerdo cuántas veces fue. Para cumplir una pequeña promesa que nos hiciste, te quedaste despierto hasta tarde para corregir 65 trabajos, pero te pusiste un par de "anteojos". Tus seis años de arduo trabajo finalmente dieron sus frutos, logramos excelentes resultados y la sonrisa se reunió en tu rostro arrugado. Qué puesto tan ordinario, pero el maestro ha logrado logros extraordinarios en este puesto ordinario.