Prosa lírica de esperanza y sol
Inconscientemente, aquellas brisas primaverales eran como un sueño; aquellos días se volvieron eufemísticos, y los recuerdos de aquellos años comenzaron a vagar. El tiempo encantador dejó atrás un sueño; esas melancolías, así sin más, se las llevó el viento. El ritmo comienza a cambiar y la esperanza se convierte en ondas. Sigue el ritmo del tiempo y poco a poco deja un camino hacia adelante. El encanto de esas flores dejaría miles de bellezas y mostraría miles de encantos; pero inconscientemente comencé a dejar que mi alma se infiltrara, y esas preguntas sobre el tiempo se convertirían en besos incontrolables y se volverían puras, no tan profundas.
Mi corazón empezó a relajarse y el río empezó a crecer. No sé cuándo el río originalmente pacífico se volvió animado. Esas huellas del invierno parecen haber desaparecido hace tiempo; la danza es clara, contagia su orgullo, y las risas son constantes. Mirando hacia el río, se pueden ver las nubes blancas en el río caminando tranquilamente; también se pueden ver los sauces meciéndose, también se pueden ver las montañas a lo lejos mostrando constantemente su pesadez; Aunque han despertado, fue justo la tranquilidad de aquellos tiempos lo que hizo que los años se inquietaran y sus ojos comenzaran a adormecerse.
Este es el ritmo de la primavera, dejando poco a poco un beso real en mi corazón. El corazón simplemente sigue los pasos de los años, camina por el camino, huele la fragancia de las flores de los años y deambula lentamente. Quizás este sea el romance de la vida, quizás esta sea la gloria de la vida. No conozco la pasión en mi corazón. Con tranquilidad, los días aparentemente ordinarios se vuelven elegantes, como la luna en la noche, los giros y vueltas de la vida y esas sinceridades. Este es el canto del corazón y el acompañamiento del viento. Esos ríos están fluyendo. No quiero decir que sea una posesión de la vida, pero puedo ver los largos años por delante.
Los años han transcurrido, provocando capas de romance. Aquellos que ven cuántos altibajos tiene la vida, pero colgarse es realmente el camino a seguir. La vida de todos es un viaje y experimentarán la primavera y el invierno. Los vaivenes del año dejaron atrás innumerables amarguras, así como los vaivenes de la conquista. Esta es la alegría y la tortura de nuestras vidas. Sin desilusión, habrá esperanza. Caminando por el camino, puede que no haya flores, sólo la confusión del tiempo y la persistencia en nuestros corazones provocarán innumerables ondas, haciendo brotar lentamente nuestras lágrimas;
Nuestra fuerza es como el sol en el cielo, dejando un rayo de luz en nuestro corazón, dándonos la fuerza suficiente para seguir avanzando, dejando huellas que parecen ser sinuosas por todo el camino. El tiempo vuela como el agua, el tiempo vuela como el agua. Nuestras vidas son siempre así, con vacilaciones, pánico, perseverancia y seriedad en nuestros corazones. Así es la vida y este es el viaje que esperamos emprender. No es el colorido camino de la vida, ni nuestra vacilación inicial, sino las tentaciones y errores que enfrentamos, lo que puede crear nuestra luz y nuestra esperanza;