Los ingenieros creen que el accidente del Challenger se debió principalmente a defectos de diseño
Poco después del lanzamiento del transbordador espacial Challenger el 28 de enero de 1986, se produjo un impactante accidente. El transbordador explotó poco después del despegue, matando a siete astronautas. Después de años de investigación e investigaciones, los ingenieros creen que la causa principal de la pérdida del Challenger se debió a un defecto en el diseño de la junta tórica.
1. El papel de la junta tórica
La junta tórica es el sello entre el propulsor del cohete sólido y el propulsor principal del transbordador espacial Challenger. Este sello se utiliza principalmente para evitar fugas de gas y garantizar la estabilidad y seguridad del transbordador espacial durante el vuelo.
2. Fallos de diseño de la junta tórica
Después del accidente del Challenger, los ingenieros realizaron una serie de investigaciones y estudios y descubrieron que había fallas en el diseño de la junta tórica. . En concreto, el material de la junta tórica no es adecuado para su uso en entornos de baja temperatura. El día del lanzamiento del Challenger, las bajas temperaturas afectaron el rendimiento de sellado de la junta tórica. Cuando el propulsor del cohete se encendió, el gas se filtró a través de la junta tórica y causó graves daños al transbordador durante el vuelo a alta velocidad, provocando finalmente que el transbordador explotara.
Los ingenieros llevaron a cabo extensas investigaciones y mejoras después del accidente. Rediseñaron la junta tórica y utilizaron un material más resistente a las bajas temperaturas. Estas mejoras garantizan que los futuros transbordadores espaciales se mantengan estables y seguros en entornos extremos. Las lecciones del accidente del Challenger también nos recuerdan que la seguridad debe ser la primera prioridad en las prácticas de diseño e ingeniería.