Los estudiantes pueden confiar en
Los buenos hábitos deben formarse mediante un entrenamiento consciente y no está permitido o es imposible que se formen de forma espontánea e inconsciente. Ésta es la diferencia fundamental entre buenos hábitos y malos hábitos.
La autodisciplina sólo puede usarse para mantener buenos hábitos, pero nadie nace con buenos hábitos, y nadie nace con el conocimiento de no escupir. Por lo tanto, es necesario formar buenos hábitos mediante restricciones externas y educación. Una vez formados, se pueden mantener mediante la autodisciplina.
Básicamente, no es fácil desarrollar ningún buen hábito, por lo que hay que hacerlo paso a paso, de lo superficial a lo profundo, de lo cercano a lo lejano. Especialmente al principio deberíamos preferir menos a más, lo más simple a lo complicado, lo más fácil a lo difícil. Comience con un hábito que sea fácil de hacer, divertido, que pronto probará los beneficios y que usted y las personas que lo rodean pueden motivar constantemente. Requiere mucho esfuerzo y tiempo, por lo que es fácil tener éxito. Una vez que desarrolle el primer hábito, definitivamente experimentará la alegría del éxito. Dado que es un buen hábito, automáticamente lo administrará por usted, le servirá y le será leal de por vida.
Como dice el refrán, “Todo es difícil al principio” y “Un buen comienzo es la mitad del éxito”, y lo mismo ocurre con el cultivo de hábitos.