¿Se ha cancelado el centro de detención de menores? 2022
Los métodos de disciplinar a los niños en los centros correccionales juveniles son los siguientes:
1. En los centros correccionales juveniles, habrá personas que se ocuparán del crecimiento y desarrollo de los menores infractores, lo que permitirá realizar trabajos ligeros, mediante la inducción, el cuidado, el estímulo y la influencia;
2. En el centro penitenciario para menores infractores se impartirá una educación moral, intelectual, estética y física integral y adecuada a los aspectos psicológicos y físicos. Las características físicas de los menores infractores se llevarán a cabo periódicamente para proporcionarles las condiciones necesarias para que puedan continuar sus estudios y encontrar empleo en el futuro.
Las condiciones para ingresar a un reformatorio infantil son las siguientes:
1. Los sujetos de detención y castigo deben ser aquellos que, siendo mayores de 13 años pero menores de 18, hayan cometido. delitos graves, que no se han corregido a pesar de las repetidas amonestaciones y que no necesitan ser castigados por la sociedad. Entre ellos, en principio, no se aceptarán quienes vivan en zonas rurales, condados y ciudades exclusivas. No se permite la admisión de personas con enfermedades mentales, enfermedades infecciosas malignas y enfermedades crónicas graves. La custodia y corrección deben ser aprobadas por los órganos de seguridad pública de las provincias, regiones autónomas y municipios directamente dependientes del Gobierno Central;
2. Los menores recién detenidos que hayan cometido delitos deberán someterse a un examen físico y revisión del caso. Si se determina que no reúnen las condiciones para la detención, deberán informar en el plazo aprobado por la autoridad.
Base jurídica: Artículo 74 de la “Ley Penitenciaria de la República Popular China”.
Los delincuentes juveniles deben ser castigados en centros correccionales juveniles.
Artículo 75
La ejecución de la pena para los menores infractores se centrará en la educación y la reforma. El trabajo para los menores infractores debe estar acorde con las características de los menores y centrarse en el aprendizaje de habilidades culturales y productivas. Las cárceles deben cooperar con el Estado, la sociedad, las escuelas y otras instituciones educativas para proporcionar las condiciones necesarias para que los menores delincuentes reciban la educación obligatoria.