¿Cómo te golpeaba tu profesor cuando eras niño?
Al principio, al viejo maestro le gustaba golpearse la palma de la mano con un bastón de enseñanza, sosteniéndolo con dos dedos, y golpearse la cabeza con el nudillo. Era doloroso. Solía comerse los dedos de la maestra cuando era pequeño.
Agáchate sobre la postura del caballo, agáchate con las pantorrillas y los muslos en ángulo recto, estira las manos y endereza la espalda. Mantenga esta posición inmóvil, normalmente durante diez minutos, aunque no de forma tan habitual.
Para las flexiones se suele colocar los pies sobre un parterre de flores a unos 30 centímetros de distancia, colocar las manos en el suelo y mantener esta posición hasta que las manos tiemblen.
Hay otro castigo que es sencillo pero muy agotador. Levantemos las manos y nunca las bajemos. Todos se sentirán muy relajados al principio, pero a medida que pasa el tiempo, poco a poco comprenderán el dolor que implica.
Los castigos anteriores suelen darse cuando se cometen errores, en ocasiones porque no se completan los deberes o no se memoriza el texto a memorizar.