La escuela primaria es una compañera de juegos
Los distintos grupos de edad se ven afectados por los compañeros en distintos grados. Por ejemplo, en la escuela primaria, los niños son puramente compañeros de juego y tienen poco impacto en el aprendizaje. Pero en la escuela media y secundaria, no sólo pueden convertirse en compañeros de juego, sino también convertirse en buenos amigos y tener una conexión estrecha entre ellos. Pero a los buenos amigos no les gusta estudiar. Cuanto más tiempo pases haciendo cosas que no tienen nada que ver con el estudio, mayor será la probabilidad de que tus hijos se vean afectados. En cuanto a la moderación, debe guiarse racionalmente y no puede ser una medida única para todos. Pero antes de educar, orientar y formular reglas para los niños, es necesario distinguir entre los juegos infantiles buenos y malos.
Los compañeros de juego del niño son de buena calidad, pero no prestan atención al aprendizaje. Ante esta situación, los padres deben prestar atención a la gestión del tiempo cuando sus hijos juegan con sus compañeros de juego, no dejar que la otra parte aprenda y no deben seguir. Al mismo tiempo, los padres también pueden pedir a sus hijos que inviten a compañeros de juego a sus casas, para que padres e hijos puedan tener un contacto estrecho y darles tiempo para jugar juntos. Si es un padre responsable y afectuoso, puede educar y guiar activamente a los compañeros de juego de su hijo para producir efectos educativos auxiliares.
Si la calidad de los compañeros de juego de los niños no es buena, sus mentes no están centradas en aprender. Este tipo de compañero de juegos no tiene ningún impacto positivo en el niño. Los padres deben combinar las deficiencias y deficiencias de este tipo de compañero de juego para cultivar la capacidad de comprensión y discriminación de sus hijos. Combinado con un análisis del trabajo específico, permita que el niño vea claramente qué malos hábitos y cualidades tienen sus compañeros de juego. Cuando los niños descubren que sus compañeros de juego tienen problemas, los padres los guiarán para que se hagan nuevos amigos de sus nuevos compañeros de clase, de modo que los niños puedan alejarse gradualmente de sus compañeros de juego originales con mala conducta.
Quizás podamos tratar a nuestros hijos de manera diferente o ser más seculares, pero no podemos ayudar a otros a educar a sus hijos y ayudarlos a aprender carácter. Sin embargo, los padres aún pueden hacerlo si guían a sus hijos para que aprendan a distinguir entre compañeros de juego y a que estos les afecten menos. Además, los niños son los más directamente afectados por las acciones de sus padres. Los padres calificados a menudo pueden cultivar un buen carácter en sus hijos, mientras que los padres no calificados difícilmente pueden cultivar buenos hijos.