La Red de Conocimientos Pedagógicos - Educación de postgrado - Si un niño no está dispuesto a comunicarse con extraños, ¿cómo deben afrontarlo los padres?

Si un niño no está dispuesto a comunicarse con extraños, ¿cómo deben afrontarlo los padres?

Introducción: Conocemos diferentes personas cada día en la vida. Como adulto, no quiero comunicarme mucho con extraños, y mucho menos con niños. Es normal que los niños se muestren reacios a comunicarse con extraños. Si se descubre algo así, los padres brindarán orientación oportuna y correcta. Creo que el niño pronto podrá cambiar esta situación.

Primero, comunícate con tus hijos. Cuando descubra que su hijo tiene ese problema, primero debe reflexionar sobre usted mismo, comunicarse con su hijo y encontrar la causa del problema. Luego analice la psicología del niño. En este momento, los padres deben aprender a escuchar y comprender, porque en este momento el niño todavía está dispuesto a compartir con usted. Si no escuchas, el niño no querrá decir una palabra. Si los padres no pueden comunicarse normalmente con sus hijos, ¿cómo pueden los niños comunicarse normalmente con los demás? Por eso, ante niños sensibles o frágiles, los padres deben comunicarse pacientemente con sus hijos. Deja que tus hijos conozcan y expresen sus pensamientos más íntimos.

En segundo lugar, encuentre los intereses del niño y guíelo a través de ellos. Los niños tienen un fuerte deseo de expresar lo que les interesa. Los padres pueden guiar a sus hijos con lo que les interesa cuando no quieren hablar. Y dejar que los niños expresen sus sentimientos o necesidades. A partir de este tema, por un lado, puede ejercitar su capacidad de organización del lenguaje, por otro lado, también hace que el niño se dé cuenta de que sus padres lo están escuchando y tendrá más confianza y amor por sus padres.

En tercer lugar, crear oportunidades de comunicación apropiadas para los niños. Es normal que a veces los niños no hablen con extraños. Al pedir comida o hacer compras al salir, puede animar a sus hijos a tener conversaciones breves por su cuenta. Sin embargo, no obligue a extraños a conversar juntos. Esto no ayudará a su hijo, pero hará que su corazón sea más frágil. En segundo lugar, después de un breve intercambio, deberían practicar día tras día. Creo que poco a poco pueden acostumbrarse a la sensación de comunicarse con los demás.