Los niños lloran cuando no están de acuerdo. ¿Cómo enseñar a un buen niño a no gritar ni chillar?
Hoy te enseñaré algunos trucos que te ayudarán a solucionar el problema de que los niños lloren pero no griten:
1. "Ignorar" A veces los niños lloran porque los padres no satisfacen las necesidades de sus hijos. Exigencias irrazonables. Los padres deben ignorar a sus hijos en este momento, porque cuanto más les presten atención, más ruidosos serán. En este momento, debes mirarlo en silencio. Después de que el niño se detenga, límpiele la cara con una toalla y dígaselo. ¿Sigues llorando?
Si el niño sigue llorando, continúa dejándolo llorar. Cuando el niño deja de llorar, los padres pueden consolarlo. ¡Debes consolarlo! Hágale saber a su hijo que lo ama pero que no puede satisfacer esta necesidad irrazonable.
2. No sólo criticar el mal comportamiento, sino también elogiar el buen comportamiento. ¿Su hijo grita a menudo en casa? Los padres no sólo deben criticarlo por gritar fuerte, sino que, lo que es más importante, si el niño es obediente y habla, los padres lo elogiarán. De esta manera, los niños pueden aprender rápidamente a utilizar buenos comportamientos para atraer la atención de sus padres y, al mismo tiempo, los niños reducirán naturalmente los malos comportamientos.
3. Cuando tu hijo llore, quédate con él. Cuando un adulto llora, la peor forma de consolarlo es decirle: ¡No es gran cosa! ¡Nada por lo que sentirse triste!
Lo mismo ocurre con un niño. Lo que quiere no son críticas y negaciones por parte de sus padres, ni quiere escuchar la verdad.
La mejor manera es quedarse con él tranquilamente. Nunca digas: "Debes estar decepcionado, puedes llorar por un tiempo". En lugar de eso, actúa diciendo: "¿Por qué hay que llorar?" y luego aléjate.
Al brindarle compañía, tu hijo sentirá que realmente lo comprendes. Puedes quedarte con él y consolarlo en silencio con tu lenguaje corporal, como mirarlo a los ojos, acariciarle la espalda o demostrarle una respiración profunda.
4. Comunicarse racionalmente y enseñar a los niños a expresarse. Una vez que las emociones del niño se hayan calmado un poco, los padres pueden encontrar otra oportunidad para charlar con el niño y decirle por qué no querías dormir cuando ayer te pedí que durmieras y luego lloraste. ¿Qué tienes en mente? El niño probablemente pueda decirle uno, dos, tres.
Puede que él tenga su propia comprensión de ese asunto. Cuando pueda expresarlo, los padres tendrán la oportunidad de aclarar con sus hijos cuál es ese asunto. Cuando podamos comunicarnos con nuestros hijos con regularidad, tal vez los niños puedan aprender poco a poco una nueva forma de expresión.
Cada movimiento de los niños a menudo no es tan simple como parece. También son individuos complejos. Los padres no deben pensar que sus hijos son "insignificantes y no vale la pena preocuparse por ellos" sólo porque aún son pequeños.
La relación más saludable entre padres e hijos es calmarse, conocer a su hijo y crecer con él, y solo así podrá resolver eficazmente los problemas de crecimiento de su hijo.