Investigación sobre prosa extranjera sobre arena de lagos
Autor: Joseph McElroy
Fuimos a pasear en bote por el lago. Vi pasar por mi mente un pensamiento de una manera muy loca: Si saltara al agua, ¿podría nadar como esos buenos nadadores? Por un momento casi salté al agua, pero dudé. Entonces, los amigos dijeron: "¿Tienes el coraje de saltar?". Entonces salté.
Al principio todo salió bien. Después de nadar una larga distancia, sentí que el agua estaba muy fría. Pero pronto descubrí que no podía flotar. Me sentí raro porque sabía que se suponía que podía nadar. Comencé a luchar desesperadamente, pero comencé a sentir que mis fuerzas ya no podían sostenerme y comencé a sentirme débil.
Pronto sentí que estaba empezando a sumergirme en el agua. Qué visión tan terrible era. Cuando finalmente me di por vencido, un sentimiento de desesperación me invadió. Pero en ese momento sentí que mi pie golpeaba algo. ¿Qué es eso? Cuando estiré una mano para tocarlo, descubrí que era el fondo del lago, sólo hasta las rodillas. Lo encuentro ridículo y ridículo. Perdí toda mi energía y tiempo estando ahí parado. Una sonrisa feliz inundó mi rostro mientras miraba al cielo. Sentí que renací y tuve la oportunidad de empezar de nuevo. Comencé a comprender el verdadero significado de la vida. La vida es tan preciosa y frágil. En ese momento me pareció sentir la sonrisa del lago, y parecía que también me sonreía a mí.
Cuando regresé a la orilla de la montaña, todavía sonreía, pero mi vida había cambiado para mí. Gradualmente, comencé a apreciar esta hermosa vida y comencé a concentrarme más en comprender la vida. Esta experiencia me enseñó a dejar de lado las cosas sin importancia y empezar a prestar más atención a la vida real.
La aparición de "La Sonrisa del Lago" en un determinado momento de mi vida, y los cambios de pensamientos y comportamientos que provocó, me conmovieron. Me considero escéptico, pero al mismo tiempo creo que “La Sonrisa del Lago” es real.