El estatus histórico del terrorismo de Estado
En resumen, los países nunca están dispuestos a aceptar o admitir que sus acciones conducen al terrorismo. Un país puede producir y vender armas para su propio beneficio, sólo para crear terror en la comunidad internacional. A veces se confunde deliberadamente la verdadera naturaleza del término terrorismo. Algunas acciones en pos de la autodeterminación, la independencia nacional y la liberación no sólo son legales, sino que también están respaldadas por la Carta de las Naciones Unidas, pero algunas personas las llaman "terrorismo". La Carta de las Naciones Unidas ha subrayado en muchos aspectos desde el principio la legitimidad de la lucha por restablecer los derechos y eliminar el fascismo, el racismo, el colonialismo o el totalitarismo. Al apoyar a los pueblos oprimidos, las Naciones Unidas expresan y reconocen implícitamente la existencia del terrorismo de Estado.
Personas inocentes sufren las consecuencias del terrorismo. No basta con proteger a personas inocentes mediante normas contra el terrorismo; hay que abordar las cuestiones subyacentes. Si se respetan las personas y los sujetos protegidos por el derecho internacional, naturalmente también se respetarán los derechos de los países oprimidos. La protección no es sólo un regalo del sistema internacional a los protegidos, sino también un derecho que los países iguales deben tener. En realidad, la protección parece ser un punto de apoyo para lograr la igualdad. En la comunidad internacional existen graves desigualdades entre países. Por ejemplo, la mayoría de las organizaciones internacionales son responsables de uno o varios países. ¡Sin igualdad no hay igual protección! Las reliquias culturales protegidas internacionalmente en realidad no están protegidas. Bajo la premisa de la "desigualdad", ¿qué más puede esperar la gente?