Quejarse del Ministerio de Educación
Aunque existen ciertas reglas y regulaciones para la preparación y selección de libros de texto, podemos seguir ciertos procedimientos. Sin embargo, mientras haya personas involucradas, hay un elemento humano. Además, un pequeño número de personas son las últimas en revisar los materiales didácticos. Lo que pone a prueba a estos revisores es su seriedad y responsabilidad con su trabajo. En circunstancias normales, basándose en las pruebas primera, segunda y tercera, se pueden descartar las cuestiones obvias y pendientes de los libros de texto. Sin embargo, el problema es que hoy en día la gente, especialmente aquellos con títulos profesionales, depende demasiado de asistentes y subordinados. Los subordinados, por otro lado, rara vez lo hacen ellos mismos, tienen muchas tareas que realizar todos los días y dedican relativamente poco tiempo a las revisiones. Cuando su energía es limitada, a menudo adoptan una mentalidad afortunada y piensan que no habrá problemas después de múltiples auditorías. Sin embargo, los auditores anteriores creen que los auditores posteriores volverán a llamar si tienen problemas, por lo que hay tres El monje no tiene. agua para beber.
Para eliminar por completo este problema de los libros de texto, necesitamos estandarizar estrictamente el sistema de rendición de cuentas de cada proceso y establecer altos estándares de castigo. Una vez que alguien no cumple con su deber, tendrá que pagar un alto precio. Bajo una premisa tan disuasoria, la mayoría del personal estará muy motivado y no sentirá que este trabajo de auditoría y evaluación es sólo una formalidad y no afectará la situación general. En segundo lugar, también debemos cultivar el espíritu de patriotismo y el entusiasmo por amar a los niños entre los trabajadores del material docente. Hay que eliminar resueltamente a algunos miembros del personal que tienen una postura clara y están impacientes con los niños. No permitamos que la oveja negra del círculo del material didáctico pesque en aguas turbulentas y deje peligros ocultos para la educación de los niños.
Enseñar y educar a las personas es el deber ineludible de un docente, y los libros de texto son sus libros de referencia y sus volantes. Si hay problemas con los materiales didácticos, la dirección del docente se desviará, y por muy bueno que sea el docente, es imposible alcanzar las metas esperadas. Por lo tanto, cada aspecto de los materiales didácticos es muy importante. El personal relevante debe hacer todo lo posible para mantener la precisión, previsibilidad y puntualidad de los materiales didácticos, de modo que los materiales didácticos puedan convertirse en libros de difusión de energía verdaderamente positiva.