La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de japonés - ¿De dónde viene la historia de Sun Bin?

¿De dónde viene la historia de Sun Bin?

Sun Bin recibió su nombre después de haber sido azotado y cortado las rodillas. Por el significado de la palabra, la palabra "Ben" proviene del cuerpo físico, y su significado original es rótula de la rodilla.

Sun Bin, cuyo verdadero nombre es Sun Boling (la genealogía se puede encontrar en Shandong), nació entre Jia y Mao (ahora al norte del condado de Juancheng, ciudad de Heze, provincia de Shandong), y es descendiente de Sun Wu. China fue un estratega militar durante el Período de los Estados Combatientes.

Una vez compañero de clase de Pang Juan, fue torturado por Pang Juan hasta que quedó físicamente discapacitado. Más tarde, con la ayuda de los enviados de Qi, fue a Qi y fue nombrado asesor militar. Ayudó al general de Qi Tian Ji a derrotar a Pang Juan dos veces y ganó las batallas de Guiling y Maling, sentando las bases para la hegemonía de Qi.

En sus últimos años, se retiró a la ciudad y montó un museo para enseñar a los estudiantes y estudiar tácticas militares. Escribió "El arte de la guerra" de Sun Bin, 89 volúmenes y 4 volúmenes. "El arte de la guerra" de Sun Bin heredó y desarrolló la experiencia práctica de la guerra a principios del Período de los Reinos Combatientes y tuvo un papel rector en la construcción económica, las luchas políticas y los intercambios comerciales.

Los logros de Sun Bin.

Los pensamientos militares de Sun Bin se centraron principalmente en el "Arte de la guerra de Sun Tzu". En cuanto a su visión sobre la guerra, Sun Bin abogó por prestar atención y tratar la guerra con cautela. Enfatizó que la guerra es un medio importante para resolver los problemas en la vida política de un país. Sólo con la fuerza fuerte como garantía un país puede ser estable y próspero.

Pero se opuso a la belicosidad, señalando que la victoria en la batalla podría salvar a un país en peligro, pero la derrota también resultaría en la pérdida de tierras y daños al país, y la beligerancia conduciría inevitablemente a la destrucción. Por lo tanto, la humillación autoinfligida debe tratarse con precaución y no debe explotarse ni abusarse.