¿Qué prácticas parentales están mal?
1. Castigo corporal
El castigo físico puede incluir castigos físicos como golpes, bofetadas, tirones, etc. . El problema fundamental de este enfoque es el daño físico y emocional que causa al niño. Los niños pueden sentirse asustados, humillados e indefensos, lo que puede afectar su autoestima y su salud mental. Además, las investigaciones muestran que el castigo corporal puede hacer que los niños se vuelvan más dependientes de sus padres, en lugar de desarrollar autocontrol.
2. Descuidar las necesidades de un niño
Descuidar las necesidades de un niño puede incluir ignorar sus necesidades emocionales y materiales, como ignorar su deseo de atención, caricias o pedidos de comida. Esto puede causar angustia emocional y psicológica a los niños que necesitan sentirse amados y cuidados. Si no sienten este apoyo emocional, pueden quedar emocionalmente aislados. Además, si se ignoran las necesidades materiales del niño, como no satisfacer sus necesidades básicas como dormir y comer, el cuerpo del niño puede verse afectado y su salud y desarrollo también pueden verse afectados.
3. Sobreprotección
La sobreprotección puede referirse a una protección y control excesivos de los niños, impidiendo que los niños aprendan y crezcan en un entorno seguro. Aunque es importante proteger a los niños, la sobreprotección puede provocar una falta de independencia y confianza en sí mismos. Cuando los niños no pueden afrontar los desafíos y los fracasos, pueden volverse indefensos y sin confianza. Al mismo tiempo, la sobreprotección puede impedir que los niños comprendan cómo es realmente el mundo, obstaculizando así su desarrollo de la capacidad de adaptarse al entorno.
4. Control y educación obligatoria
La educación de control y mando puede significar centrarse sólo en la obediencia y la obediencia del niño, pero no en el pensamiento y la creatividad del niño. Este enfoque puede obstaculizar el autodesarrollo y el aprendizaje de un niño. Si los padres simplemente dejan que sus hijos hagan lo que quieren en lugar de respetar su personalidad e intereses, los niños pueden volverse pasivos y no tener motivación para probar cosas nuevas. Además, la crianza controladora y coercitiva puede causar estrés y ansiedad en los niños porque pueden sentirse inadecuados para las tareas que sus padres les piden.
Críticas y culpas
La crítica y la culpa pueden significar centrarse únicamente en los errores y fracasos de su hijo en lugar de en sus fortalezas y logros. Este enfoque puede hacer que el niño se sienta inferior e inaceptado, afectando su autoestima y confianza en sí mismo. Si siempre se culpa y critica a los niños, es posible que tengan dudas e incertidumbre sobre sus capacidades, lo que afectará el aprendizaje y el desarrollo.
6. No establecer reglas y límites claros
No establecer reglas y límites claros puede hacer que los niños se sientan confundidos e indefensos. Los niños necesitan reglas y límites claros que les ayuden a desarrollar el autocontrol y la responsabilidad. Sin reglas ni límites, los niños pueden volverse voluntariosos e incontrolables, lo que afecta sus capacidades sociales y académicas. Al mismo tiempo, la falta de límites también puede llevar a que los niños sean colocados en situaciones peligrosas e inseguras.
La educación de los padres tiene un impacto importante en el crecimiento y desarrollo de los niños. Los métodos educativos enumerados anteriormente no sólo tendrán un impacto negativo en los niños, sino que también obstaculizarán su crecimiento saludable y su desarrollo integral. En cambio, los padres deben centrarse en las necesidades de sus hijos, construir relaciones positivas, alentarlos a explorar el mundo, aprender cosas nuevas y ayudarlos a convertirse en adultos seguros, independientes y activos.