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¿Por qué el satélite Venus desapareció repentina y misteriosamente?

Aunque se descubrió que existen 67 satélites en el sistema solar, se confirmó por unanimidad que Mercurio y Venus no tienen satélites. Pero según información relevante, Venus alguna vez tuvo un satélite. En agosto de 1686, el famoso astrónomo francés Cassini anunció el descubrimiento de un satélite de Venus y calculó que el diámetro del satélite era un cuarto del diámetro de Venus, o 1.500 kilómetros, similar a la relación entre la Tierra y la Luna. Se encuentra a 3/5 del diámetro de Venus y en fase con su planeta padre Venus. En ese momento, Cassini había descubierto 9 satélites y el descubrimiento de los satélites venusianos causó sensación.

Después del descubrimiento de Cassini, muchos astrónomos realizaron observaciones e investigaciones basadas en cuestiones como la ubicación, el brillo, el número de raíces orbitales, el diámetro de la mitad de la longitud de Venus y el período orbital. No sólo descubrieron la existencia de satélites venusinos, sino que también publicaron sus datos de observación. No fue hasta 1768 que alguien publicó un artículo observando los satélites de Venus. Durante todo un siglo, este Rey "Hijo de Dios" desapareció misteriosamente. No fue hasta 1892 que un famoso astrónomo estadounidense observó siete estrellas en Venus. Pero entonces, cuando el asteroide siguió brillando, el hijo de Cupido, Jinwei, falleció silenciosamente.

Aunque los astrónomos llevan más de 100 años buscando esta luna venusina, todavía no han encontrado nada. Si analizamos este problema detenidamente, probablemente este satélite no exista. A juzgar por los satélites de Júpiter, la mayor parte del tiempo se pueden encontrar cuatro satélites brillantes, pero ¿por qué los llamados satélites de Venus siempre no están claros?

Si se descubriera una luna de aproximadamente un cuarto del tamaño de Venus, sería casi del mismo tamaño que Mercurio. Y su brillo también se puede calcular mediante cálculos simples, que es de aproximadamente 3ª magnitud. Debería ser fácil de ver a simple vista, entonces, ¡cómo podrían pasarlo por alto los entusiastas de la astronomía! Y ahora que hemos lanzado decenas de sondas al sistema solar, ¡cómo no íbamos a encontrarlo! Luego surgen más dudas sobre la observación histórica de los satélites de Venus.