La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de japonés - Dile esto al emperador.

Dile esto al emperador.

Las palabras dirigidas al emperador se traducen como instrucciones, por lo que la preposición desempeña el papel de provocar la conexión. Esta frase significa contárselo al emperador.

Fuente: ¿Bandidos imperiales anteriores a Qin? "Yugong Yishan": "El dios serpiente se enteró y le tuvo miedo, así que se lo contó al emperador. Sintiéndose sincero, el emperador ordenó al segundo hijo de Kua'e que se hiciera cargo de dos montañas, una era Shuodong y la otra era Yongnan. Desde entonces, en el sur de Hebei, la sombra de Han no se ha roto "

El dios de la montaña que atrapó la serpiente se enteró y temió seguir cavando, así que lo informó. al Emperador del Cielo. El emperador quedó conmovido por la sinceridad de Yu Gong. Ordenó a los dos hijos del hombre fuerte Kua'e que trasladaran dos montañas, una al este de Shuofang y la otra al sur de Yongzhou. A partir de entonces, no hubo barreras montañosas desde el sur de Jizhou hasta la orilla sur del río Han.

? Agradecimiento al viejo tonto de la montaña

La historia del "Viejo tonto de la montaña" proviene de Liezi. Entre líneas del texto de Liezi se expresa la idea de abogar por el vacío y la tranquilidad, y se enfatiza el papel positivo del ser humano en la naturaleza. La fábula de "El viejo tonto y una montaña" es también una interpretación completa de la idea central de "Liezi".

La historia del "Viejo tonto Yishan" simboliza la eternidad del "Tao". En relación con otros capítulos, del análisis general y sistemático de Liezi se puede ver que Liezi no sólo hereda el pensamiento del "Dao constante" del Tao Te Ching, sino que también lo desarrolla desde la perspectiva de la teoría del proceso.

Hablando del yin y el yang, Tian Rui utiliza “Taiyi, Shutai, Taishi, Taisu” para referirse a las diferentes etapas de la transformación del cielo y la tierra. Finalmente, el autor utiliza números del "uno" al "nueve" para simbolizar el movimiento cíclico de la avenida. Las interminables imágenes de hijos y nietos en la historia del "Viejo tonto Yishan" en realidad pueden considerarse como el sustento eterno del espíritu taoísta.