Cuando los padres descubren que sus hijos de secundaria esconden sus teléfonos móviles y juegan con ellos en secreto y sin restricciones, ¿cómo deben guiarlos?
Primero, dale amor a tus hijos. Los padres no deben regañar delante de sus hijos cuando juegan con sus teléfonos móviles. Después de todo, no importa cuánto hable, los niños no escucharán. Esto significa que los padres pueden comunicar más con sus hijos sobre las dificultades que encuentran en la escuela o en el aprendizaje. Si es porque los niños adictos a los teléfonos móviles no han ido a la escuela, entonces los padres deben inscribirse en más clases al aire libre y dejar que sus hijos los saquen del mundo virtual. Cuando ahora se diviertan en la vida real, su adicción a los teléfonos móviles disminuirá naturalmente.
En segundo lugar, crear un ambiente familiar relajado para los niños. Estudiar es difícil, el ambiente familiar es tenso y en realidad hay pocos amigos. Es muy probable que un entorno así convierta a los niños en adictos a los teléfonos móviles. Debido a que los juegos móviles enfatizan la unidad y la colaboración y tienen un objetivo común, la experiencia en el mundo en línea es mejor que en la realidad. Los padres deben trabajar duro para crear un ambiente familiar relajado y feliz para sus hijos y guiarlos para que comprendan mejor los teléfonos móviles y los juegos móviles.
En tercer lugar, haga un acuerdo de tres partes con sus hijos para administrar la familia de acuerdo con la ley. Hoy en día, algunos niños sienten un cariño imborrable por los teléfonos móviles y no pueden hacer nada sin ellos. ¿Qué debemos hacer en este momento? Si apunta con un arma a un niño y guarda cruelmente el teléfono y lo guarda en una caja fuerte, mientras también cierra la llave de la caja fuerte, esto puede dañar gravemente la mente joven del niño y puede hacer algo drástico en su comportamiento. En este momento, puede programar una cita con su hijo para jugar media hora todos los días, pero debe ser después de completar todas las tareas. Si el tiempo de juego excede la media hora, el tiempo la próxima vez se reducirá en consecuencia.
En cuarto lugar, anima más a tus hijos. Las familias que siempre critican, ignoran y malcrian a sus hijos tienen más probabilidades de volverse adictas a los teléfonos móviles. Los padres pueden reflexionar sobre sus propios métodos educativos y ver dónde deben cambiar. En el aprendizaje de los niños, debemos centrarnos en animarlos y guiarlos lentamente, y no debemos obligar a los niños. Cuanto más forzado eres, más aprendes. Si los niños pueden combinar los teléfonos móviles con el aprendizaje, entonces la orientación de los padres se considerará un éxito.