Tendencias históricas
Echemos un vistazo a la historia. A principios de este siglo, cuando China se unió a la OMC en 2001, vimos que su agregado económico sólo representaba el 4% de la participación mundial. En ese momento, el mercado internacional y la demanda mundial eran enormes para China, lo que constituía un vasto espacio para que las empresas chinas ganaran. Así que el mercado global en ese momento era 24 veces el tamaño de la economía de China. Comparemos hoy. ¿Qué pasó hoy? La economía de China representa actualmente el 16% del total mundial. En otras palabras, la producción económica global de otros países del mundo además de China es sólo cinco veces mayor que la de China. En otras palabras, la relación de China con el mundo ha experimentado cambios fundamentales. La contribución del mundo exterior y de la demanda externa al desarrollo y crecimiento económico de China es cada vez menor. En otras palabras, el mercado externo es cada vez más pequeño en comparación con el mercado interno de China, entonces, ¿dónde podemos encontrar la fuerza impulsora del crecimiento económico de China? La respuesta es sencilla, sólo podemos encontrar su origen en el mercado interno. En este momento, debemos confiar en la demanda de consumo terminal interno de China para llevar a cabo nuestra enorme capacidad de producción industrial, aumentar la contribución del consumo interno al crecimiento económico y lograr el reequilibrio de la economía interna.