¿Existen los monstruos prehistóricos?
Existen diferentes opiniones sobre la existencia de monstruos prehistóricos. Algunas personas creen que existieron monstruos prehistóricos. Creen que los monstruos prehistóricos eran criaturas que nunca habían sido descubiertas aparte de las plantas y animales que ahora conocemos. Es posible que hayan estado escondidos en las montañas y los bosques profundos durante mucho tiempo y aún no hemos tenido la oportunidad de encontrarlos.
También hay gente que cree que los monstruos prehistóricos no existieron. Creen que los monstruos prehistóricos son sólo imaginaciones y diseños ficticios de mitos antiguos de ciertos períodos históricos. Y realmente no existe.
La existencia de monstruos prehistóricos sigue siendo un misterio sin resolver. Actualmente no tenemos evidencia de su existencia, ni hemos encontrado evidencia física de ellos. Incluso si hay algunos registros legendarios, solo pueden indicar que pueden existir, pero no pueden estar completamente seguros.
El fósil biológico más antiguo
El fósil biológico más antiguo fue descubierto por científicos británicos en Canadá en 2017. Es un fósil microbiano de hace aproximadamente 4.200 millones de años. Los microbios que forman fósiles tienen sólo una décima parte del grosor de un cabello humano.
Son similares a los microorganismos que actualmente viven cerca de las fuentes hidrotermales de las profundidades marinas y todos se alimentan de hierro. Fosilización: En la mayoría de los casos, el proceso de fosilización comienza con la muerte de una planta o animal y queda rápidamente cubierto por sedimento, generalmente en el fondo de una masa de agua.
Los sedimentos sueltos protegen los restos de los elementos, las bacterias y otras fuerzas que causan la erosión y la descomposición. Esto ralentizó el proceso de descomposición, por lo que algunos restos humanos se conservaron durante miles de años (en la mayoría de los casos, sólo materiales duros como huesos o conchas). Durante este tiempo, el sedimento continúa acumulándose sobre el hueso. Con el tiempo, estos sedimentos se convierten en roca sólida.
Algún tiempo después de que se formara la roca sólida, el agua se filtró a través de la roca y arrasó los restos conservados. Debido a que la roca de arriba era tan dura, no cayó en el claro donde originalmente se encontraban los restos. Este espacio vacío forma un modelo natural del animal, conservando perfectamente la forma de los restos originales.