Métodos para educar a los niños para que sean independientes en los países desarrollados
Educación laboral
En Estados Unidos, la educación familiar concede gran importancia a cultivar el espíritu pionero de los niños para que puedan vivir de forma independiente. Los padres educan a sus hijos para que conozcan el valor del trabajo desde una edad temprana, permitiéndoles reparar y montar motocicletas por sí mismos y participar en el trabajo. Incluso los niños ricos necesitan ganarse la vida por sí mismos. Se esperaba que los hijos de familias campesinas compartieran las tareas domésticas, como cortar el césped, pintar casas y realizar reparaciones sencillas de carpintería. Además, saldrán a realizar trabajos ocasionales y ganarán dinero de bolsillo mediante el trabajo.
Compartir las tareas del hogar
En la antigua Alemania Occidental, los padres enseñaban a sus hijos a hacer sus propias cosas desde una edad temprana y nunca hacían todo por sus hijos. La ley también estipula que los niños deben asumir algunas obligaciones familiares al cumplir los 14 años, como lustrar zapatos para toda la familia. Esto no sólo cultiva la capacidad laboral de los niños, sino que también cultiva el sentido de responsabilidad social de los niños.
Capacidad de autocuidado
En Japón, los padres inculcan a sus hijos desde pequeños un pensamiento: "No molestar a los demás". En la vida diaria, se centran en cultivar la capacidad de autocuidado y el espíritu de superación personal de los niños. Cuando toda la familia se va de viaje, por muy pequeños que sean los niños, tienen que cargar con sus propias mochilas. Después de la escuela, muchos estudiantes trabajan en su tiempo libre para ganar dinero. El fenómeno del estudio y trabajo es muy común entre los estudiantes universitarios, incluso los niños de familias adineradas no son una excepción.
Educación y formación
En Suiza, los padres se centran en cultivar el espíritu de autosuficiencia en sus hijos. Después de graduarse de la escuela secundaria, las niñas de 16 o 17 años trabajarán como empleadas domésticas en familias educadas durante aproximadamente un año, trabajando por la mañana y yendo a la escuela por la tarde. De esta forma, no sólo podrás ejercitar tu capacidad laboral, sino también aprender el idioma. Dado que Suiza tiene una zona de habla alemana y otra de habla francesa, las niñas de una zona lingüística trabajarán como sirvientas en otras zonas lingüísticas. Después de dominar tres idiomas, pueden encontrar trabajo en oficinas, bancos o tiendas.