¿Qué principios utilizó Sina para crear inventos en la historia?
En el siglo I, los chinos utilizaban imanes en un dispositivo llamado "sina", que se utilizaba principalmente con fines de Feng Shui. En esta instalación, se talla un imán en forma de cuchara y se coloca sobre un chasis pulido, orientándose hacia el eje norte-sur. El chasis suele estar grabado con direcciones (este, oeste, sur, norte), distribución de constelaciones y símbolos de adivinación. En el año 83 d.C., el filósofo chino Wang Chong registró el dispositivo, pero no mencionó su uso en la navegación.
En el siglo VIII, los chinos sustituyeron los imanes de China por agujas de hierro magnetizadas. Esta aguja magnética se obtiene magnetizando una aguja de hierro a lo largo del eje magnético de un imán extremadamente magnético. En 1086, el científico chino Shen Kuo mencionó explícitamente una brújula magnética utilizada específicamente para la navegación en su "Mengxi Bitan". En 117017065438, "Zhou Pingke Tan" escrito por He Zhu en la dinastía Song del Norte describía el uso de la brújula en el mar.
Sin embargo, no fue hasta el comienzo de la Era Europea de la Exploración que la brújula se convirtió en un sofisticado dispositivo de navegación. Dada la gran cantidad de innovaciones en el Lejano Oriente, es probable que la brújula fuera introducida en Occidente desde los árabes. Antes de esta época, los viajeros europeos utilizaban el sol o la Estrella Polar para identificar las direcciones norte y sur. Aunque pueden obtener un posicionamiento más preciso a través de este método astronómico, esto sólo se puede hacer cuando el tiempo está despejado: el mal tiempo que aparece de vez en cuando a menudo puede afectar gravemente las actividades de navegación y tener consecuencias catastróficas.
En el siglo XI d.C., es posible que los vikingos utilizaran brújulas para navegar a lo largo de la costa nórdica, pero el primer registro de una brújula magnética provino del erudito y sacerdote británico Alejandro. Escrito por Nickmann, publicado en 1180. Las primeras brújulas europeas insertaban un puntero magnetizado verticalmente en una pajita, que luego se dejaba flotar verticalmente en un plato lleno de agua.
Un dispositivo de este tipo puede indicar direcciones precisas hasta cierto punto, pero es extremadamente incómodo de llevar cuando se viaja. Hacia 1250, las manos estaban montadas sobre un pivote, encima del cual había una tarjeta circular marcada con los puntos cardinales, que podía girar con las manos. 1269, ¿el científico francés Petrus? Pelligrinas explicó por primera vez cómo funcionan los imanes (y por tanto las brújulas).
Describió los polos magnéticos e inventó la brújula para que un puntero pudiera indicar la dirección en grados. Otras mejoras a la brújula incluyeron colocar el puntero y el dial en una caja. Las primeras cajas estaban hechas de materiales como madera o marfil que no interferían con la fuerza magnética ejercida sobre las manos. El uso posterior del latón también se basó en esta consideración. En el siglo XVI, las brújulas de los barcos se instalaban en ejes o soportes autocorrectores para garantizar que la brújula siempre pudiera mantener una posición horizontal en un barco con baches.