Reunión semanal con alumnos de primaria
Inconscientemente, he entrado en la escuela secundaria. Si bien era reacio a separarme de mis compañeros del sexto año de la escuela primaria, había noventa nuevos compañeros a mi alrededor que me acompañarían durante los tres años de la escuela secundaria.
Acabamos de empezar el colegio y no nos conocemos. En ese momento, un saludo amistoso, una sonrisa amable y un bolígrafo considerado nos acercaron sin darnos cuenta.
En mi opinión, todos los compañeros de clase son muy lindos. Es una especie de destino que noventa personas de diferentes escuelas puedan reunirse hoy y hayan estado juntas durante tres años. Los antiguos decían: "Nos encontramos. Entendemos. ¿Qué importa si somos conocidos?". Sí, ¿por qué preocuparnos por el pasado? Mientras estemos juntos, debemos apreciar y valorar este destino.
A mis ojos, estudiantes, todos son tan hermosos. Todos somos hijos de nuestros padres. A los ojos de nuestros padres, siempre somos sus ángeles. Cada uno tiene su propia personalidad única, cada uno tiene una emoción diferente y tiene su propio cielo colorido.
En mi opinión, cada estudiante es excepcional. Después de unos meses de llevarnos bien, descubrí que muchos de mis compañeros de clase tienen sus propios puntos brillantes: él es cauteloso, ella es seria, ella es diligente, ella es literaria y talentosa, él es incansable, él es positivo... Su persistencia y belleza me dejaron una impresión duradera. Una impresión imborrable. Después de aprobar el examen, descubrí algunas chicas talentosas.
En mi opinión, todos los compañeros de clase son muy amables. Están dispuestos a ayudar a los demás y me han ayudado una y otra vez, contagiando a las personas que los rodean con su corazón sencillo y amable... p> p>
En un abrir y cerrar de ojos, han pasado más de tres meses desde que entré a la escuela secundaria. Durante estos tres meses, poco a poco me fui familiarizando con mis compañeros. A mis ojos son tan lindos, tan excelentes, tan...
Compañero, que hermosa palabra, siempre tocará mi corazón con su pureza...