¿Cuál es tu mayor sentimiento después de estudiar en el extranjero?
En primer lugar, estudiar en el extranjero me da la oportunidad de experimentar diferentes culturas de primera mano. En países extranjeros, probé diversas delicias, aprecié diversas formas de arte y visité muchos lugares históricos. Todo esto me hizo sentir profundamente la diversidad y riqueza del mundo.
En segundo lugar, estudiar en el extranjero también me hizo darme cuenta de mis propios defectos. Ante las barreras del idioma, las diferencias en los hábitos de vida y otros problemas, tengo que aprender a adaptarme y cambiar. Esto me hizo comprender mis debilidades y me inspiró a seguir aprendiendo y mejorando.
Además, estudiar en el extranjero también me enseñó a vivir de forma independiente. Mientras estaba en el extranjero, tenía que cocinar, lavar y limpiar yo sola, pero estas cosas aparentemente simples me enseñaron autogestión y responsabilidad. Al mismo tiempo, también aprendí cómo afrontar diversas emergencias, como por ejemplo cómo pedir ayuda cuando encuentro dificultades.
Finalmente, estudiar en el extranjero también me permitió conocer amigos de todo el mundo. Estudiamos juntos, nos comunicamos juntos, compartimos juntos y pasamos muchos momentos inolvidables juntos. Estas experiencias no sólo enriquecieron mi experiencia de vida, sino que también me permitieron establecer una extensa red de relaciones interpersonales.