¡No permita que la “educación represiva” arruine su relación entre padres e hijos!
Anímense y apóyense mutuamente
Los padres y los niños deben animarse y apoyarse mutuamente en lugar de hacer comparaciones y críticas interminables. Abandonemos la educación depresiva y acompañemos a nuestros hijos con amor y comprensión.
Los niños se sienten inferiores y solos.
La represión de los padres hace que los niños se sientan inferiores y solos. Los niños comienzan a dudar de sus capacidades, no se atreven a probar cosas nuevas y poco a poco caen en la baja autoestima y la soledad. No permita que la educación represiva se convierta en un grillete en la mente de su hijo.
El pensamiento de los niños es limitado
Cada vez que un niño tiene una idea nueva, la represión de los padres impide que el niño la exprese. A medida que pasa el tiempo, el niño se vuelve indeciso y vacilante. Necesitamos cultivar la capacidad de los niños para pensar de forma independiente en lugar de limitar sus pensamientos.
Espacio libre y relajado para el crecimiento
Crecer en un ambiente represivo durante mucho tiempo dificultará el desarrollo del pensamiento de los niños. Creemos un espacio libre y relajado para que los niños crezcan y les ayudemos a prosperar.