Impresiones y composiciones de aula
Hace calor en julio, un poco novedoso y un poco soñador. Todo es nuevo, el nuevo entorno, los nuevos compañeros, los nuevos profesores y las nuevas clases me han dado nuevas expectativas. Ante esta situación, ¿por qué no fijar nuestras nuevas esperanzas y nuevos objetivos en una nueva clase y condensarlos en un espíritu de clase que acompañe nuestra nueva vida en el futuro?
Cuando entré al salón de clases, tenía una pregunta en mente: ¿Es esta una buena clase que une y se ayuda entre sí, o es una clase "mala" que está desorganizada?
En mi clase ideal deberíamos ser unidos y amigables, ayudarnos unos a otros, no solo tener un buen rendimiento académico, sino también tener un grupo civilizado con el mismo objetivo.
Sin embargo, la brecha entre la realidad y mi imaginación era demasiado grande, lo que me decepcionó mucho. En el aula habitual, no todo el mundo tiene un espíritu positivo y no muchos estudiantes se atreven a hablar. Siempre se les pide a los maestros que pasen lista y respondan preguntas. Por eso el director muchas veces nos critica y nos educa. Aunque la situación ha mejorado, todavía no es satisfactoria. Algunas personas todavía están dispersas, no tienen objetivos comunes, no tienen espíritu de lucha y simplemente se quedan en la clase.
¿Así será siempre mi nueva clase? no quiero! Como dice el refrán: "En una valla hay tres estacas y en un héroe tres bandas". Creo que mientras lamentemos nuestros defectos, nos unamos como uno y cumplamos con la disciplina, definitivamente nos convertiremos en mi clase ideal.
Estudiantes, ¡utilicemos acciones prácticas y trabajemos juntos para realizar el movimiento de clase más hermoso y armonioso; creemos juntos el nuevo mundo más hermoso e ideal!
¡En nuestra clase, no me decepcionarás! ¡Déjame esperar y ver!