Poema en prosa sobre la luna
En el vasto universo, hay un planeta ruidoso y ajetreado que orbita sin cesar una estrella. Parece un poco cansado. Pero no está solo, ya que está acompañado de un satélite llamado Luna. Ella es gentil y hermosa, siempre afecta los pensamientos de las personas y transmite las emociones de las personas. A los ojos de la gente, la luna es tímida. Siempre caminaba sola de noche para evitar el sol. A veces se sienta entre los árboles, a veces se relaja en Pingzhou, a veces se baña en ríos y lagos y, a veces, escucha la vista trasera fuera de la ventana. De esta manera, observa cada movimiento del mundo y escucha las interminables palabras íntimas de la gente. Ella nunca se cansa, nunca se detiene. Ilumina el mundo y calma el alma.
La luna es una mezcla de diversas emociones, provocadas por diversas emociones, emociones y complejos. Está lleno de altibajos. La gente triste llora por la luna, la gente triste habla por la luna, la gente ambiciosa jura bajo la luna y la gente que sale de casa mira la luna y aprecia a sus seres queridos. No sé si alguna vez has sentido el anhelo de “Mirando hacia arriba, vi la luz de la luna, y luego hundiéndome más, de repente pensé en casa” o la tristeza de “Descansé en la Torre Mingyue y el vino se convirtió en lágrimas de nostalgia”. En resumen, la luna sigue siendo la luna. Ella es como una madre amorosa, la fuente de la fuerza de una persona, que constantemente les proporciona fuerza y sustento emocional.