Ensayos para consolidar la memoria

Hace mucho que no escribo en un diario. No es que no tenga tiempo. Es solo que las cosas se quedan en mi mente y de vez en cuando salen recuerdos, con un toque de tristeza, que poco a poco envuelven mi alma.

Echo de menos las fotos antiguas. Hay algunas cosas que siempre no estoy dispuesto a aceptar, pero no tengo el coraje de volver a elegir. Perder es perder, faltar es faltar, no hay derecho a decir "no".

Amigo, qué término tan lujoso, una vez tan cercano, pero que me dio la mayor traición; qué raro encuentro, una vez tan ansiado, pero sin poder retener la tristeza de la despedida.

Buscar siempre la misma sombra en diferentes personas. Esto es una regla, por eso las personas que te rodean son tan únicas, tan absurdas, locas y estúpidas. A pesar de esto, todos se separarán, y cada separación es para el próximo reencuentro, más experiencia y madurez.

Sin embargo, descubrí que había otra persona acompañándome, aunque era un poco ingenuo y angustiado, simplemente se quedó conmigo y me hizo ya no vagar solo, solo y aburrido.

El mundo tiene razón. Cuando Dios cierra una puerta, te abre una ventana. La clave es si lo encontró, si abrió la ventana, miró el paisaje exterior y miró el mundo exterior.

Quiero decir que no me arrepiento. Perder el arcoíris no significa perderse el sol. Me gustaría decir que me alegro de haberlo perdido y me enseñó el valor de apreciarlo. Quiero decir que estoy muy feliz porque en este momento siento mi propia felicidad.