Ensayo argumentativo sobre el fracaso
Afronta el fracaso con una sonrisa, escribe la palabra "人" de forma clara y grande, y vive con dignidad y fuerza. Abre la mente polvorienta, deja que el estrecho egoísmo se desvanezca, deja volar la mente libre y deja que regresen la tolerancia y la apertura. Enfréntate al fracaso con una sonrisa, no te tomes tan en serio el éxito o el fracaso de cada examen; no te tomes cada juego de forma tan egoísta, no mires sólo el lado estrecho, mira el mundo y sé optimista; No te preocupes por un pequeño contratiempo, incluso si es una y otra vez. Nunca debemos rendirnos y afrontarlo con una sonrisa.
Ante el fracaso, muchos jugadores de baloncesto lo afrontaron con una sonrisa en la cuarta "Copa del Bienestar" y en los primeros partidos de baloncesto de la "Copa de Construcción" celebrados el año pasado. Perdieron un partido tras otro, pero mantuvieron la calma y la confianza. Nunca se arrepienten del fracaso, pero se atreven a afrontar la realidad, aceptar desafíos y menospreciar el fracaso, lo que demuestra su amplitud de miras. Cuanto más fracasan, más tranquilos parecen, más confiados están y no se desaniman en absoluto. No están molestos ni frustrados por sus fracasos, pero tienen el coraje de admitir sus defectos porque creen que el fracaso es un trampolín hacia el éxito. La vida comienza con el llanto y es inevitable encontrar contratiempos. La clave es convertir el fracaso en un trampolín hacia el éxito y afrontarlo con una sonrisa. Mientras tengas esa mentalidad, tendrás medio éxito. Podemos disfrutar del éxito y afrontar el desafío del próximo fracaso con una sonrisa.
Aunque la siguiente parada del fracaso es “dolorosa”, no es el final, sino una bifurcación en el camino. Esta bifurcación separa dos caminos y debes elegir entre estos dos caminos. Si optamos por desanimarnos, este camino conduce al fracaso total; debemos elegir otro camino, lo opuesto al fracaso, el éxito, para que podamos aprender lecciones y emprender el camino hacia el éxito.
Amigos, afrontad el fracaso con una sonrisa, porque el fracaso no es terrible. Lo terrible es si tenéis el coraje de afrontar el golpe del fracaso.