¿Cómo educar a los niños en las escuelas secundarias? ¡El método más eficaz que los padres deben leer!
¿Qué malentendidos tienen los padres de secundaria a la hora de educar a sus hijos? Para los niños, ellos son las personas más importantes.
Los familiares son de hecho las personas más importantes para los niños, pero después de que los niños ingresan a la escuela secundaria, poco a poco se harán amigos de otras personas importantes en sus vidas. Estas personas son las que pasan más tiempo con sus hijos todos los días en los últimos tres años, mientras que los padres sólo pasan tiempo con sus hijos durante la noche cuando están haciendo los deberes.
Esto hará que los niños de secundaria se acerquen más a sus compañeros de clase. Cuando tienen secretos o no están contentos, siempre compartirán estas cosas con sus amigos de inmediato.
El sexo opuesto equivale a amor de cachorros
Pero los niños de la escuela secundaria sienten que están enamorados de cachorros cuando están cerca del sexo opuesto. De hecho, esta suele ser la razón por la que los niños se enamoran temprano. Es muy normal que los niños interactúen con el sexo opuesto. Los opuestos se atraen entre sí. Ésta es una verdad que todo el mundo sabe.
Si sus padres se oponen a que hagan amistad con personas del sexo opuesto en este momento, les hará tener una mentalidad rebelde. Entonces, en este momento, los padres deberían considerar este tema con normalidad. Cuando los niños hacen amigos por primera vez, los padres no deben interferir demasiado.
Un problema común entre los estudiantes de secundaria es que están cansados de estudiar.
La escuela secundaria es un período crítico para el aprendizaje de los niños, y también es una etapa importante para la diferenciación y transformación del aprendizaje. Algunos estudiantes no siguieron el ritmo de sus compañeros y se quedaron atrás. Cuanto más aprenden, menos confianza tienen. Cuando ven aprendizaje, les duele la cabeza. Algunos estudiantes empezaron a faltar a la escuela, lo que empeoró la situación. Los padres estaban ansiosos y se inscribieron en clases de tutoría para sus hijos, solo para descubrir que incluso después de la tutoría, los niños no crecían e incluso odiaban aprender más. Incluso comenzaron a abandonar la escuela junto con sus padres, ya que no querían ir a la escuela.
Incertidumbre emocional
En este momento, algunos estudiantes de secundaria parecen haber cambiado repentinamente. Sus estados de ánimo fluctúan. Están felices cuando están felices y lloran cuando están infelices. Algunos padres piensan que sus hijos están enfermos, pero esto es en realidad un reflejo psicológico de los cambios fisiológicos del niño. En este momento, su conciencia de sí mismos comienza a crecer y prestan especial atención a la evaluación que el mundo exterior hace de sí mismos. A menudo entran en conflicto con otros estudiantes o padres para defender su dignidad.
¿Cómo educan los padres a sus hijos de secundaria para que no se preocupen demasiado por sus calificaciones?
En la escuela secundaria, los padres no solo deben centrarse en las calificaciones, sino también prestar atención al corazón de sus hijos y animarlos desde un lado.
Respetar la individualidad de los niños
La forma en que los padres tratan a sus hijos es un factor importante en su sano desarrollo mental. Algunos padres son demasiado estrictos con sus hijos, los reprenden en todas partes, controlan las actividades de sus hijos y dejan que hagan lo que ellos digan. En la superficie, los niños educados de esta manera están bien educados, pero como no se respeta su personalidad independiente, a menudo muestran autocultivo y falta de confianza en sí mismos.
Aprende a escuchar.
Siempre habrá una brecha generacional entre padres e hijos. Desde la escuela secundaria hasta la secundaria, es la etapa en la que los niños son propensos a la psicología rebelde. Los niños comienzan a tener la capacidad de pensar de forma independiente, recibir una gran cantidad de información de diversos medios y tener sus propias opiniones, pero a menudo son demasiado moralistas. En este momento, los padres deben alentar a sus hijos a expresar sus opiniones y no reprimirlas ni oponerse a ellas ciegamente.