¿Qué debo hacer si mi tarea va lenta?
1. Segmentación del trabajo.
Primero comprenda la cantidad de tarea que tiene el niño ese día y luego estipule que debe completarse en un tiempo determinado. Si la tarea se completa bien, se pueden otorgar recompensas. Si hay demasiadas tareas, puede dividir la tarea en dos o tres fases. Por ejemplo, si te recetan hacerlo durante 15 minutos la primera vez, tómate un descanso después, y luego establece otros 15 minutos y descansa nuevamente. Cuando la atención del niño mejora, el tiempo establecido se puede ampliar gradualmente en el futuro. Cuando se desarrolla un buen hábito de estudio altamente concentrado, no es necesario dividir el tiempo.
2. Proporcionar a los niños un ambiente de aprendizaje tranquilo.
El lugar donde los niños estudian debe ser conciso y ordenado, especialmente el escritorio. Prepara todo el material de oficina que se utilizará. No amontones juguetes y otras cosas que puedan distraer al niño. El ambiente para que los niños estudien debe ser tranquilo. No les dé frutas ni les eche agua para cuidarlos mientras estudian.
3. Cultivar el sentido del tiempo de los niños.
Un niño que no tiene un fuerte sentido del tiempo no sólo será lento para hacer los deberes, sino que también será lento para hacer cualquier cosa. Por lo tanto, los padres deben prestar atención a cultivar el sentido del tiempo de sus hijos en la vida diaria. Se le debe recordar todo con frecuencia para que sus hijos sepan la urgencia del tiempo y sigan las instrucciones.
4. Trata la tarea como un examen.
Después de completar la tarea de hoy de acuerdo con los requisitos del examen, los niños pueden organizar el resto del tiempo libremente. Establezca una hora para el examen para que los niños tengan un sentido de urgencia al hacer la tarea. Con el tiempo, los niños harán los deberes más rápido y su precisión mejorará gradualmente.
5. Haz buen uso de los pequeños despertadores.
Utilizar un despertador para incitar a los niños a hacer los deberes les ayudará a completarlos de forma rápida y eficaz. El despertador es su mejor recordatorio. Al mismo tiempo, los niños continúan experimentando una sensación de logro en el proceso de poner sus propios despertadores para estudiar. Ya no consideran que la tarea ayude a sus padres a completar las tareas y aprenden de manera más consciente.