Excelente prosa: Cuidado con los tigres en la vida
Lo gratificante es que después de este duro golpe, el departamento de gestión urbanística comenzó a reforzar las medidas de seguridad en las vías urbanas. Instalaron una red de seguridad en la tapa de alcantarilla para que pudiera soportar una carga de unos 600 kilogramos. Hay muchas señales de seguridad y vigilancia en la ciudad, e incluso las tapas de alcantarilla están equipadas con dispositivos antisobretensiones. Qué alegría es. Recuerdo que hace unos años aparecían en las noticias informes sobre tapas de alcantarilla devorando a personas. A veces, las fuertes lluvias de la noche a la mañana arrastran las tapas de las alcantarillas. A veces se descuida la gestión, las tapas de las alcantarillas están flojas y las señales de seguridad no se colocan a tiempo. Algunas personas renunciaron y al final no lograron levantarse. Al final, el informe fue ignorado. Por eso, cada vez que mi hijo y yo caminamos por la carretera, siempre le recuerdo que se desvíe cuando se encuentre con una tapa de alcantarilla, por temor a que pueda surgir algún peligro en cualquier momento. Los ascensores muerden mucho a la gente hoy en día. La mayor parte del tiempo me mantengo alejado de los ascensores a menos que sea absolutamente necesario. También suelo decirle a mi hijo que trate de no tomar el ascensor. Subir escaleras puede proporcionar algo de ejercicio. Pero los niños son niños después de todo, y cuanto más intocables son las cosas, más atractivas son. Nadie puede garantizar que hará lo mejor que pueda cuando usted no esté presente.
No vemos muchos tigres en la jungla, pero el "tigre" se puede ver en todas partes de la vida. Siempre están esperando con la boca abierta. ¡Cuando no tenemos cuidado, pueden mordernos brutalmente y dejarnos muertos o doloridos! ¡Lo que es aún más aterrador es que nosotros estamos en la luz y ellos en la oscuridad, y no podemos protegernos de ellos!
Por lo tanto, esperamos que cada uno de nosotros tenga un alto grado de concienciación sobre la seguridad y que las autoridades reguladoras hagan su parte para evitar retrasos y cortar los peligros de raíz. En lugar de esperar hasta que ocurra una tragedia, se le prestará atención y se tomarán medidas correctivas. El precio que pagamos en ese momento fue demasiado alto y nuestras vidas no pudieron soportarlo. En ese momento, lo que sentiremos ya no será la más mínima alegría, ¡sino un estado de ánimo muy, muy pesado!