En el Día del Niño, una conversación cruzada entre dos personas requiere un guión relativamente corto que pueda hacer reír a la gente. ¡No vengas! ¡Intenta calificar a un estudiante de quinto grado! ¡Apresúrate! Puedes encontrar tu cumpleaños.
b: ¡Nuestra familia sigue siendo muy profesional!
Respuesta: Nuestra familia se jacta de que no pagamos impuestos.
b: ¡No pagamos por alardear!
Respuesta: No alardeé. Fui al baño tan pronto como nací.
B: ¿Subir?
a: ¿Quién nace para gatear?
B: Entonces ¿cómo llego allí?
Respuesta: ¡La cama se utilizará como baño!
B: ¡Esto se llama enuresis!
Respuesta: En tres meses correré.
¡Eso debe ser un fenómeno!
a: Mi madre se irá a trabajar en tres meses y yo tengo que correr de casa de la abuela en casa de la abuela.
B: ¡Solo corre!
R: Cuando se trata de alardear, no me puedo comparar con nadie.
No lo creo. ¿Te atreves a competir aquí?
R: ¿Estás arruinando todo esto? ¡ningún problema!
b: ¡Si tengo mucho apetito, puedo comer cinco platos de fideos en una comida!
¡Puedo comer ocho libras de dumplings en una sola comida!
¡Ups, tengo fiebre!
¡Uy, yo también tengo fiebre!
b: Duerme debajo de la colcha por la noche. ¡Al día siguiente vi un gran agujero en la colcha!
Respuesta: Por la noche me acuesto con un puñado de maíz en la mano, ¡y al día siguiente son todo palomitas!
¡Soy más alto que un árbol!
Respuesta: ¡Soy más alto que el edificio!
b: ¡Con la cabeza en el cielo y los pies en la tierra, puedo alcanzar un gran avión!
Respuesta: ¡Mi labio superior mira hacia el cielo y mi labio inferior mira hacia el suelo!
¿Dónde está tu cara?
Respuesta: ¡Jactancia descarada!
B: ¡Oye! -