¿Aún recuerdas el sueño que plantaste cuando eras niño? ¿Se ha conseguido?
En primer lugar, siento que mis sueños de infancia en realidad se basaban en muchas condiciones idealizadas. Por ejemplo, en algunas profesiones sólo vi la gloria y la belleza superficiales, pero no tomé en cuenta el esfuerzo y el costo que implicaban. Esto significa que muchas veces nuestros sueños son inalcanzables, son sólo una especie de consuelo psicológico y sustento espiritual. Sin embargo, no todos los sueños son inalcanzables. Por ejemplo, cuando trabajamos duro para lograr algo, descubriremos que no es tan difícil como imaginamos e incluso podemos darnos cuenta del verdadero significado de la vida y mejorar nuestra propia calidad y habilidades.
Así que no me convertí en maestra como imaginaba cuando era niña, sino que también tengo la oportunidad de influir en otros en el trabajo, ayudarlos a completar algunas tareas, resolver algunos problemas y, a veces, incluso ponerme de pie. Desde la perspectiva de otras personas, piense en el problema, no sólo en su propia perspectiva. Esto significaba que, en cierto modo, estaba haciendo realidad un sueño de infancia, aunque en otro ámbito profesional.
Entonces, ¿cómo afrontamos los sueños que nunca se harán realidad? Lo primero que debemos darnos cuenta es que no cometemos errores porque el camino de cada uno es diferente. Algunas personas pueden optar por ser profesores, mientras que otras pueden optar por realizar ventas o realizar investigaciones científicas en el mercado. La elección de todos es razonable. No necesitamos perseguir demasiado un estado ideal, sino que debemos convertir nuestra carrera en un punto de avance y ejercer influencia desde múltiples niveles.
En segundo lugar, en el camino hacia la realización de tus sueños, no sólo debes ver la gloria y la belleza, sino también ver más allá de la superficie el esfuerzo y el precio requerido, para que puedas tener una comprensión más real y racional. . Sobre esta base, puede tomar algunas medidas prácticas, como ponerse en contacto con personas de industrias relacionadas para comprender el contenido de su trabajo y sus operaciones diarias, de modo que pueda tener una idea más clara de si es adecuado para una determinada carrera.
Por último, para aquellos sueños que nunca se han realizado, también podemos convertirlos en otro tipo de motivación y creatividad. Por ejemplo, no fui profesor cuando era niño, pero pude transmitir algunos conocimientos y opiniones a las personas que me rodeaban en el trabajo, lo que puede considerarse como una respuesta y una recompensa por mi sueño.
En resumen, los sueños de la infancia son hermosos y poco realistas porque se basan en muchas suposiciones idealizadas. Pero esto no nos impide trabajar duro para realizarlo, o convertirlo en una especie de motivación y creatividad, que nos permita ir paso a paso en el camino hacia la persecución de nuestros sueños, superándonos constantemente, mejorando nuestras capacidades y cualidades. y hacernos mejores. Ser más destacados y valiosos. Finalmente, espero que todos puedan hacer realidad sus sueños de infancia.