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Tesis sobre trascendencia y sublimación en el contexto de la masacre de Nanjing

En el aniversario de la masacre de Nanjing, no sólo recordemos la humillación nacional y a los compatriotas que murieron a manos del enemigo, sino que tampoco olvidemos a los compatriotas que murieron bajo la tiranía y el poder de nuestro propio pueblo, y dejemos que No olvidemos a quienes han desempeñado un papel importante en la historia de la humanidad. Personas que son insultadas y perjudicadas. Sólo cuando todos sean tratados por igual y con dignidad podremos escapar de nuestro miserable destino. De lo contrario, no bastará con hacer sonar la alarma y advertir al mundo.

La sufriente ciudad de Nanjing no sólo fue masacrada por el ejército japonés, sino también decapitada e incendiada por el ejército de Yuan, el ejército de Qing, el ejército del Reino Celestial Taiping y el ejército de Hunan. Por favor oren por las almas que murieron a manos de “uno de los nuestros”. Asimismo, hay más ciudades, como Yangzhou, Beijing, Chengdu y, por supuesto, Changsha, donde vivo. El ejército de Kublai Khan masacró una vez la ciudad y masacró a más de 265.438+100.000 residentes en Changsha y sus alrededores.

Las vidas perdidas a manos del pueblo chino no son menos importantes que las vidas perdidas a manos de extranjeros. Todas las masacres o lesiones (incluida la hambruna) deberían acarrear responsabilidad histórica y condena moral, si no juicio.

Que las personas vivas reciban más bondad y ya no vivan bajo la amenaza del hambre, el pánico y la guerra. Nadie puede resucitar de entre los muertos excepto Cristo Jesús. Sólo tienes una vida y la libertad y la dignidad no son mucho pedir. Es deber y significado del Estado proteger, en lugar de destruir, los derechos de los ciudadanos y promover, en lugar de socavar, el respeto de los ciudadanos.

Donde hay libertad, allí está mi patria. Dondequiera que haya amor, sol y justicia, ese es mi refugio.

¡Bendice a mi patria, que yo sea digno de sus bendiciones, que ella sea digna de mis bendiciones!