Traducción de investigaciones sanitarias
Una nueva investigación demuestra que comer es como un guisante.
Los niños pequeños que comían alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares tenían un coeficiente intelectual más alto que los que comían pasta, ensalada y fruta.
Se descubrió.
Investigadores de la Universidad de Bristol dicen que el efecto es espectacular.
Una dieta más saludable puede aumentar el coeficiente intelectual.
Los científicos destacan que una buena alimentación es crucial en la primera infancia, ya que el cerebro se desarrolla más rápidamente
durante los tres primeros años de vida.
Esto sugiere que el crecimiento de la cabeza en este momento está relacionado con la inteligencia, y es posible que una buena nutrición durante este período pueda promover un desarrollo cerebral óptimo.