Escribe una composición de unas 600 palabras con el título "Nunca olvidaré tus enseñanzas". Pide ayuda a los expertos.
Ha pasado un año desde que entré a la escuela secundaria y ahora soy un estudiante de segundo año. Has dejado tu huella cada segundo del año pasado. Bajo tu dirección, hemos crecido. De pie en el podio, pareces muy alto y el polvo de tiza te ha teñido el pelo de blanco. Y siempre contribuyes en la oscuridad sin ningún arrepentimiento. ¡Qué espíritu tan noble y grande!
La brisa me recuerda el momento en que me enseñaste. En ese momento, tenía una gran baja en los exámenes, por lo que siempre estaba deprimido y me sentía un poco avergonzado. Como profesora de la clase, me llamaste, me educaste pacientemente y me pediste que averiguara las razones de mi fracaso en el examen. Y él siempre me animó y me ayudó a recuperar la confianza. Quizás fue una conversación tan trivial que me benefició mucho. Finalmente entiendo lo importante que es la confianza. Este es el principio básico de la vida y me ayuda a encontrar el camino a seguir en la oscuridad.
Maestro, eres un reflector en el vasto mar, que nos permite señalar el camino para el futuro viaje. Incluso si el camino es largo y lleno de obstáculos, siempre que progreses de manera constante, podrás encontrar tu propio éxito. Maestro, usted es un tesoro de conocimiento. Respondiste a nuestras preguntas difíciles y de repente aclaraste nuestros corazones confundidos. O tú o tú. Nos has construido un palacio de conocimiento con tus propias manos. Allí se satisface nuestra sed de conocimiento.
El vasto cielo permite que los pájaros vuelen libremente y el vasto mar permite que los peces jueguen felices. Pero eres muy estricto con nosotros y tu expresión seria a veces hace que la gente tiemble de miedo. Pero sé que se trata de educarnos. Maestro, tus gloriosas obras quedarán siempre grabadas en mi corazón. Quizás, con limitaciones, podamos avanzar.
Maestro, es admirable este gran título. Porque en este tipo de títulos cariñosos hay mucho cariño profesor-alumno. Es más estricto que el amor de padre, por eso debemos respetar más a los profesores. En nuestra carrera de estudio, siempre es el cuidado y el amor del maestro lo que nos estimula. En las tormentas, los maestros nos protegen del viento y de la lluvia; en los contratiempos, los maestros nos toman de la mano en las dificultades, los maestros nos abren una puerta; ¿Son estas cosas preciosas? Debemos valorar esta amistad que nos pertenece y no arrepentirnos hasta perderla.
En el dorado otoño de septiembre, ofrezcamos a los profesores nuestros mejores deseos con nuestros más sinceros sentimientos. Maestro, ¡nunca olvidaré tus enseñanzas!