¿Qué es el síndrome de Down? ¿Cómo evitar dar a luz a un "bebé de sopa"?
Durante el periodo previo al embarazo, tanto hombres como mujeres deben acudir al hospital para obtener información sobre el síndrome de Down. Si el síndrome de Down está presente en una familia masculina o femenina, se debe tener precaución. Debido a que el síndrome de Down es altamente hereditario, las personas que intentan concebir tienen una mayor prevalencia de síndrome de Down que otras. Además, la edad del embarazo también puede tener un gran impacto en el síndrome de Down. Las investigaciones médicas muestran que las mujeres mayores tienen más probabilidades de desarrollar síndrome de Down que las mujeres en edad escolar. Por tanto, para estas personas la consulta previa al embarazo es muy necesaria.
Además, las pruebas genéticas también pueden detectar hasta cierto punto la probabilidad de enfermedad fetal. Si los genes son incompatibles, no sólo puede provocar infertilidad, sino que también puede provocar un mayor riesgo de síndrome de Down. Por tanto, si tanto hombres como mujeres están embarazadas, es necesario acudir al hospital para realizarse pruebas genéticas para evitar una serie de consecuencias provocadas por la incompatibilidad genética.
El cribado del síndrome de Down y la amniocentesis, dos pruebas para detectar enfermedades cromosómicas, pueden detectar si el síndrome de Down está presente en mayor medida. La detección del síndrome de Down generalmente debe realizarse a las 13 semanas del segundo trimestre y también se puede detectar tomando suero materno o amniocentesis. Además, se requieren pruebas de ADN no invasivas para algunas mujeres embarazadas que han tenido abortos espontáneos o madres ancianas. Sólo a través de estos exámenes podemos juzgar claramente el desarrollo del feto. Una vez que se produce un fenómeno de alto riesgo, se deben realizar exámenes en profundidad para intervenir y tratar lo antes posible para evitar una serie de consecuencias inaceptables.